Sin Centurión, Boca debe reinventarse.

La ausencia del jugador más desequilibrante se sintió. Boca perdió peso ofensivo sin su número diez. ¿Cómo resolverá este problema Guillermo?

La lesión de Centurión hizo ruido en Boca. No sólo porque la ausencia del número diez será larga sino porque el equipo ya lo extrañó en el primer partido sin él. El Xeneize no fue el mismo sin Ricky.

El peso ofensivo que había logrado el conjunto azul y oro en los últimos partidos tenía a Ricardo como estandarte. Desequilibrante, rápido y mejorando en la toma de decisiones, fue vital su aporte para los triunfos.

Eso no ocurrió ante Patronato. Los ataques fueron tibios y sin sorpresa. Hubo poca coordinación en velocidad y el rival la tuvo fácil en su intento de replegarse atrás.

Se presenta un nuevo desafío para Guillermo: rearmar el equipo sin Centurión. Cuando los goles vienen solos, el problema casi no existe. Pero en partidos difíciles o con un rival que se tira atrás, es necesario buscar variantes. ¿Podrá Boca no extrañar a Ricky?