A pesar de haber quedado lejos en el Apertura, afuera de la Libertadores 2010 y que Palermo haya conseguido la sequía de goles más extensa desde que comenzó su carrera gracias al pésimo juego sin orden ni conceptos, la gente continúa alentando los 90 minutos a un equipo que en la cancha no responde.

Tras las derrotas frente a los clásicos rivales, San Lorenzo e Independiente, y el decepcionante empate contra Huracán, el plantel volvió a Casa Amarilla sin Alfio Basile, quien concurrió al odontólogo. Sin embargo, el entrenamiento estuvo dirigido por Rubén Díaz y Jorge Ribolzi.

A todo esto, ni los jugadores, ni el manager, ni el técnico (ausente a la práctica) hicieron declaraciones…

Pero a pesar de todo, la gente continúa apoyando al equipo y siguiendo los colores a todas partes… Sin silbar, sin tirar maíz, sin poner banderas en contra de nadie; alentando los 90 minutos a un equipo que no demuestra hambre de nada.

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