Boca perdió 2-1 con Racing. Abrió la cuenta Gaitán, pero enseguida lo igualó Lluy y en el final del primer tiempo lo dio vuelta Hauche. Ni hablar del campeonato.

Boca comenzó teniendo la pelota e intentando atacar desde el primer minuto y los primeros instantes se jugaron permanentemente en campo de Racing. El mediocampo era todo boquense y el conjunto de la Ribera exhibía una muy buena actuación jugando siempre a ras del piso.

Federico Insúa, muy enchufado, se juntó con Juan Román Riquelme en el armado del juego y los delanteros no estaban tan aislados. Se veía venir el primero y a los 13 minutos, tras una gran jugada colectiva, un preciso envío largo, apareció Nicolás Gaitán perfectamente habilitado por el medio y puso el merecido 1-0.

Pero a los 15 la defensa quedó mal parada en un contragolpe y Brian Lluy, mano a mano, terminó con la alegría. Estaban 1-1 y a partir de allí el domino azul y oro se diluyó. Cedió terreno y pelota, por lo cual Racing empezó a adelantarse.

De mitad de cancha para atrás Boca, como siempre, estuvo muy inseguro y eso posibilitó que antes de la media hora la Academia tenga posibilidades de estar en ventaja, pero la seguridad de Javier García salvó al Xeneize. Sin embargo, también tuvo sus posibilidades: una de Martín Palermo que no llegó a puntearla debajo del arco y un tiro libre de Riquelme, que dio en el travesaño.

Finalmente, la interminable pasividad defensiva permitió a Pablo Lugüercio seguir haciendo (como en toda la parte inicial) lo que quiso, metió el centro y por el medio apareció Gabriel Hauche, imperdonablemente solo, para poner el 2-1 con que acabó la primera parte.

Por izquierda, con Gaitán como carta de peligro, Boca inquietó en el arranque del complemento. Luego de una jugada iniciada por ese sector, Insúa tuvo su posibilidad de pegarle de media distancia pero no tuvo puntería. También, de tiro libre, volvió a perdérselo Román. El rival, por su parte, apostaba por la contra.

A medida que pasaron los minutos, los de Abel Alves fueron sumando problemas para penetrar la defensa de Racing y generó cada vez menos. Sólo inquietó con sendos remates de lejos, uno otra vez por parte de Insúa que salió apenas desviado y el restante de Luciano Monzón, pero el arquero De Olivera la mandó al tiro de esquina.

Un Boca impotente buscó el empate a los ponchazos pero sin claridad. Por eso a Racing con poco le alcanzó para ganar en la Bombonera tras ocho años. Por eso el conjunto boquense se quedó afuera de la lucha y sigue cada vez peor. Por eso se retiró entre merecidos silbidos.