Boca retornó a su mal juego habitual de este Clausura y cayó 2-1 en casa contra Huracán, por los goles de Peralta y Machín. Había empatado Paletta.

El primer tiempo fue aburrido, parejo y lleno de imprecisiones. En defensa Boca volvió a ser un equipo inseguro y con huecos en todos lados. Huracán ofrecía poco pero le alcanzaba para complicar, sobre todo por la vía aérea.

Del lado boquense, a Juan Román Riquelme lo buscaron en escasas ocasiones y toda jugada interesante que pretendiera hilvanar el conjunto de Roberto Pompei debía pasar por el 10.

Las ideas escasearon para Boca, que jamás encontró la vuelta para abrir a la cerrada defensa visitante. Hasta que a los 45, el Xeneize ejecutó pésimo un tiro libre, perdió el balón y luego de un contragolpe bien manejado por Gino Clara, Adrián Peralta colocó el 1-0 con que se fueron al descanso.

En el complemento, Gary Medel fue reemplazado por Cristian Erbes y Guillermo Marino estuvo en lugar de Cristian Chávez, ambos cambios por precaución. En el juego no aportaron prácticamente nada.

Cuando se jugaban cuatro minutos, Riquelme tiró en forma de centro un tiro libre al área, rebotó en un hombre de Huracán y Gabriel Paletta capturó la pelota, le pegó y marcó el 1-1 que se ajustaba más a lo que fue el partido, mal jugado por ambos.

La esperanza de Boca para lograr su tercer triunfo seguido se comenzó a desvanecer cuando Juan Krupoviesa le cometió una falta a Clara y el asistente Di Paola interpretó que el tucumano debía ser expulsado.

A pesar de tener un jugador de más desde los doce, el Globo continúo esperando muy atrás y a ése fue un problema que el Xeneize jamás supo resolver.

Cuando no pasaba nada, Gastón Machín ensayó un remate desde afuera que se desvió en Paletta y Javier García no pudo contener. Faltaban doce minutos, Boca perdía 2-1.

Entró Lucas Viatri en lugar de Matías Giménez pero este cambio tampoco dio resultados. Boca sumó otra derrota y ahora intentará en su visita a Banfield terminar de manera feliz un campeonato para el olvido.