Las negociaciónes por Somoza y Rivero se estiran como chicle, pero el cansancio de las dos dirigencias hace que la definición, para bien o para mal, esté cerca.

Que si, que no, que tal vez, que falta un poco, que hay que acercarse más al número, que la oferta gusta pero falta… Las tratativas para que lleguen los refuerzos se hacen eternas y Julio César Falcioni es el principal damnificado. Sin embargo ésta semana podrían definirse las situaciones de Leandro Somoza y Diego Rivero, si es que se cumplen las exigencias económicas de Vélez, que pide 500.000 dólares y del mediocampista de San Lorenzo, que quiere un contrato similar al que percibe en el Ciclón.

Teniendo más o menos una defensa armada con Cellay, Insaurralde, Caruzzo Clemente Rodríguez y con un par de variantes como Monzón, Sauro y Calvo, entre otros. Una delantera que cuenta con el goleador histórico de Boca y varios jugadores con ganas de cambiar su imagen (Mouche, Noir, Araujo, etc). El principal puesto a reforzar en el plantel Boquense sería el medio campo y quizás Falcioni cuente con éste beneficio ya que las negociaciones que más encaminadas parecen, son las de Somoza y Rivero.

La respuesta la sabremos pronto, es que se estiraron tanto que los dirigentes tanto de Vélez como de San Lorenzo pretenden que se definan lo antes posible. Para que la respuesta sea la deseada habrá que cumplir con los pedidos de cada sujeto en las negociaciones. Por Somoza el problema es Vélez que exige 500.000 dólares como resarcimiento por rescindir su préstamo con Villarreal. De esta manera, el jugador pasaría a Boca en calidad de cedido, por un año y seis meses.

Por Rivero el problema es el contrato con el futbolista, quien pretende que el club le pague el mismo sueldo que recibe hoy por hoy en San Lorenzo, por lo que resta una reunión entre ambas partes en la que se llegue a un acuerdo y se concrete el trueque con Matías Giménez hasta diciembre de éste año.