Los desafíos de Russo de cara al regreso de la Libertadores.

Sin lugar a dudas, la noticia de los casos positivos de COVID-19 dentro de la burbuja sanitaria del club de la Ribera impactó fuertemente en el calendario del equipo. Miguel Ángel Russo partió hacia su casa por precaución, los infectados se encuentran aislados y quienes dieron negativo (o son recuperados) podrán trabajar al aire libre con las medidas preventivas necesarias.

Si bien la concentración en el Hotel Howard Johnson iba a finalizar este sábado, los planes cambiaron. El campeón del fútbol argentino iba a disputar un amistoso con Tigre, en la Bombonera, pero por obvias razones quedó suspendido. En lugar de esto, los jugadores serán nuevamente testeados para conocer cada situación.

De los sintomáticos se conoce con mayor precisión cuando pudieron haberse contagiado del virus mientras que los que no mostraron ningún tipo de molestias, son una verdadera incógnita para el cuerpo médico. Por esa razón, buscarán ver si alguno ya da negativo en el PCR o si hay ‘falsos positivos’ dentro del plantel azul y oro.

Lo cierto es que, más allá de lo que dicten los nuevos resultados, Boca llegará al duelo del próximo 17 de septiembre, ante Libertad de Paraguay por Copa Libertadores, sin ningún tipo de rodaje futbolístico. No habrá amistosos ni fútbol local por lo que deberán conformarse con lo trabajado en el predio de Ezeiza.