En los penales, Boca superó 4-3 a Santamarina de Tandil y accedió a los 16avos de final de la Copa Argentina. Durante el tiempo reglamentario habían igualado 1-1.

Ningún partido es fácil para el conjunto Xeneize. Todos sus rivales le juegan con un plus, sabiendo que los están viendo desde todo el mundo y que quizás nunca más vuelvan a enfrentarlo.

De esa forma lo encararon los futbolistas del elenco tandilense, que en los primeros minutos del encuentro fueron claros dominadores. En los primeros cinco minutos, Martín Michel dispuso de dos chances claras para convertir, pero en la primera no pudo darle dirección al centro de Facundo Ermini y en la segunda se encontró con una soberbia tapada de Agustín Orion con los pies.

Boca, que intentaba reaccionar, tenía la posesión de la pelota, la hacía circular, pero sin inquietar el arco custodiado por Daniel Bertoya. Recién a los 12, Nicolás Blandi probó desde afuera del área, con un remate cruzado, que se fue por al lado del palo derecho.

Cuando se moría el primer tiempo, que había bajado en intensidad, Cristian Zárate puso una gran pelota a espaldas de Rolando Schiavi, que conectó de cabeza Michel para decretar el 1-0. La sorpresa se adueñó de la noche salteña y Santamarina se fue en ventaja al descanso.

Heridos en su orgullo, luego de un primer tiempo en el que habían dejado mucho que desear, los dirigidos por Julio César Falcioni salieron a presionar más arriba, logrando que el partido se desarrolle mayoritariamente en campo contrario.

Con Walter Erviti más movedizo y las proyecciones constantes de los laterales, Boca comenzó a mostrar de a poco algunas jugadas colectivas interesantes. Igualmente, el gol llegaría a los 18 del complemento: Juan Román Riquelme ejecutó el tiro libre y Facundo Roncaglia peinó la pelota, que terminó ingresando al mismo lugar del arco que en el gol de Santamarina.

Alivio momentáneo para el Xeneize, que si bien siguió yendo en busca de la victoria, no consiguió ser lo suficientemente punzante en los últimos metros del campo de juego. La más clara la tuvo Blandi, que recibió un centro de Roncaglia, y sacó un buen remate de derecha. Se encontró con una gran tapada del arquero, que dio un rebote que no pudo aprovechar Pablo Mouche.

Las ilusiones de Boca se esfumaron con el correr de los minutos, hasta que llegó la definición por penales. Orion le tapó el tiro a Leonardo Acosta, Leandro Somoza malogró su disparo y, en el quinto penal, Juan Gaspari estrelló su remate en el poste derecho para darle así la sufrida victoria al elenco azul y oro, por 4-3.

El conjunto de la Ribera sufrió más de la cuenta ante un rival que realizó un partido muy inteligente y estuvo muy cerca de llevárselo. Baldazo de agua fría para los de Falcioni, que deben tener en claro que ningún encuentro se gana antes de jugarse. Con mucho por mejorar, solamente se puede destacar el pase a 16avos de final, donde espera Central Córdoba.

En el regreso a Buenos Aires, habrá mucho que trabajar en Casa Amarilla para llegar de la mejor manera al debut en el Torneo Clausura ante Olimpo. Lo de hoy fue un aviso, una advertencia. Claro está que Boca no puede volver a repetir semejante actuación.