Oceanía era el único continente que Boca aún no había visitado. Europa fue el primero, en 1925.

Desde esta mañana, tras la victoria 1 a 0 ante el Melbourne Victory en la ex capital de Australia, la camiseta azul y oro ya ha jugado en todos los continentes de este Planeta.

Pero así como ésta es la primera visita de nuestro club a Oceanía, con una victoria por supuesto, también hubo una primera vez en el viejo continente. Fue en aquella tan famosa como exitosa gira por Europa de 1925.

Tras ganar los torneos locales de 1923 y 1924, tres empresarios españoles convencidos de la “técnica superior” que existía por estas tierras, salieron a buscar al campeón para comprobar si aquella superioridad era tal enfrentándola ante sus equipos.

Así, un 13 de enero de 1925, la comisión directiva del club aceptó su invitación para iniciar el tournée, como le llamaban a aquellas giras a principios del siglo XX.

Luego de una calurosa despedida de dirigentes, familiares e hinchas de todos los clubes en la Dársena Sur del Puerto de Buenos Aires, y de 22 días de viaje y de entrenamientos en la cubierta del barco Formosa, Boca Juniors pisaba el Puerto de Vigo, España, un 27 de febrero de 1925.

Allí haría su debut, frente al Celta, consiguiendo un claro triunfo por 3 a 1, con dos goles de Antonio Cerrutti, y uno de Cesáreo Onzari, prestado por Huracán para la ocasión.

Para ver a Boca se paralizaban las actividades de las ciudades, para que todos tuvieran la oportunidad de ver al “mejor football del mundo”, según la prensa local de aquel tiempo.

Desde aquel primer encuentro en Vigo hasta el último, 4 meses después en Marsella, Boca había disputado un total de 19 partidos.

Encuentros en España, incluso venciendo al Atlético de Madrid y al Real Madrid en presencia del Rey Alfonso XIII; en Alemania, donde sólo el Bayern Munich pudo robarle un 1 a 1; y en Francia, donde cada gol marcado en la victoria 4 a 2 ante el combinado del Olympique de Marsella y el Sportif Francais, fue gritado con el alma a los dirigentes franceses, que tiempo atrás habían cancelado la visita pactada.

Al conocer los impresionantes resultados y por la presión de la gente, no tuvieron más remedio que rogarle al campeón para que pise su tierra.

Por el viaje, está claro, Boca no pudo participar del torneo disputado en aquel año en nuestro país. Sin embargo, al regreso, la Asociación Argentina de Football decidió consagrar al equipo Xeneize como Campeón de Honor 1925 por el impresionante éxito conseguido en Europa.

No era para menos. El equipo que comandaban Américo Tesoriere y Alfredo Elli regresó a Buenos Aires con 15 partidos ganados, 3 perdidos y 1 empatado, con 40 goles a favor y sólo 16 en contra.

Aquel fue el primer equipo argentino en suelo europeo. Un orgullo.