Boca jugó mal y cayó sin atenuantes ante All Boys por 2-0. El conjunto Xeneize apenas cosechó un empate en el Apertura 2010.

En el comienzo del partido, ambos equipos se prestaban la pelota y abusaban del pelotazo. Así, ninguno era un claro dominador del encuentro, a pesar de que Boca proponía más que el conjunto de Floresta.

Todo cambió a los 29 minutos, cuando Lucchetti le cometió penal a Matos tras una salida apresurada. El mismo delantero lo cambió por gol.

El equipo Xeneize sufrió el golpe y repercutió en nerviosismo. A río revuelto, ganancia de pescadores. All Boys aprovechó a la perfección eso y amplió la cuenta diez minutos más tarde: centro desde la derecha y gol de Domínguez, de cabeza.

El complemento no fue mucho mejor. Ingresó Escudero por Cañete y Araujo por Marín. El “Bichi” cambió el esquema a un 3-3-1-3, intentando profundizar por las bandas. No surgió efecto.

Boca recién tuvo una chance clara a los 30 minutos con un tiro de Chávez, que había ingresado por Giménez. La impotencia se fue adueñando poco a poco de cada uno de los jugadores, fiel reflejo fueron las cinco amarillas sufridas y las innumerables faltas sin sentido.

Falta la brújula y no hay rumbo. Las jugadas personales fallidas predominaron a lo largo del encuentro, con Mouche como protagonista principal. Battaglia recorriendo metros y metros con la pelota, sin tener una descarga posible. Todo parece complicado para este equipo.

En los últimos minutos, Boca tuvo dos chances claras: un remate de Araujo apenas desviado y un tiro de Escudero que dio en el travesaño. Fueron quizás los dos minutos más productivos de los dirigidos por Borghi.

El Xeneize tiene apenas un punto sobre nueve jugados, pero… ¿van a darlo por muerto en la tercera fecha del torneo? Sería una falta de respeto y un grave error.

Ante Vélez hay dos posibilidades: ganar o ganar.