Riquelme no se tomará vacaciones y usará este tiempo para continuar con la rehabilitación de su tobillo. El diez quiere estar en condiciones físicas para la próxima temporada.

Tiene claro su objetivo: la Copa Libertadores de América. Pero, para eso, tiene que estar en condiciones. ¿Futbolísticas? No, ya las tiene. Condiciones físicas. A Juan Román Riquelme lo afecta una vieja conocida lesión. Esa fascitis plantar que lo molestó en 2009 tiene su regreso no esperado este 2011, pero el enganche espera que no protagonice su 2012.

Por eso, el capitán de Boca no se tomará vacaciones y, durante el tiempo en el que sus compañeros descansen, él estará más metido que nunca en su recuperación. Entrenará todos los días junto a un kinesiologo personal para ponerle fin al calvario que lo afecta desde el partido ante Belgrano y esperará llegar a la pretemporada, que comienza el 7 de enero, de la mejor manera posible.

Lo curioso está en que para curarse definitivamente, debería romperse la fascia plantar, lo que demandará una rehabilitación de entre uno y dos meses. Y una operación no garantiza hacerlo. Ideal hubiera sido que Román continuara entrenando normalmente para forzar la rotura de la forma tradicional, pero no se hizo. Por eso, ahora estará sin descanso. Porque tiene claro su objetivo: la Copa Libertadores de América.