Así quedó el auto de Centurión. Foto: Crónica.

El mediocampista de Boca Juniors sufrió un choque con su automóvil y salió ileso. Aparentemente no estaba apto para conducir debido al alcohol.

Todo indicaba que la semana en Boca Juniors iba a ser muy tranquila, sin embargo arrancó con el pie izquierdo. Ricardo Centurión protagonizó un choque el domingo por la mañana, luego de haber salido por un boliche en la zona de Lanús.

El jugador Xeneize aparentemente estaba alcoholizado y se dio a la fuga tras sufrir el accidente cerca del puente Agüero. El diario “Crónica” informó de la noticia dedicándole la tapa con la fotografía.

Esto fue lo que puso el medio:

En un episodio confuso, quien conducía el auto de Centurión huyó del lugar tras colisionar con otros tres vehículos. Los damnificados directamente (los conductores de los autos chocados) indicaron que quien manejaba el auto de alta gama era Centurión, mientras que cinco personas que venían en ese BMW, habrían asegurado que quien conducía no era el jugador xeneize, sino que era una persona que se ofreció a trasladarlos a un lugar sin determinar.

Mediante un llamado al 911, personal de la comisaría 1ª de Avellaneda constató que a su arribo a calles Alsina y subida a los “siete puentes”, un BMW blanco dominio HQH-464, colisionó contra un Fiat Duna, patente CAP-491, blanco, conducido por Ignacio Rubén González. También participaron otros dos autos más: un Fiat Siena blanco, patente KMV-236, quien lo conducía era Pablo Martín Circesta, de 38 años, y un Ford Fiesta, patente CAP-491 negro, conducido por Prudencio Gustavo Ferrerira. Tanto Circesta como González mostraron lesiones leves por la colisión.

Esta causa quedó bajo disposición de la doctora Coronel Olmos actuante de la UFI Nº 1, del Polo Judicial Avellaneda.

Los acompañantes del conductor fugado son: Jonathan Acosta, de 22 años, Nazareno Vera, de 23, Iván Alan Pérez, de 22, Ximena Giordino, de 22 y Yésica Denis Macedo, de 21 años. Éstos explicaron a la autoridad que quien estaba al comando del auto se fue y que el mismo no era Centurión, sino que era un “desconocido“, que en un boliche (¿Fiux?), se ofreció a llevarlos en el auto hasta cierto punto de destino, no especificado.

Tras labrar las actuaciones correspondientes, el BMW fue trasladado hasta la comisaría y, hasta el cierre de esta edición, nadie se acercó a la delegación policial para retirar el vehículo.