Argentina caía por 0-3 ante Escocia e igualó el encuentro sobre el final con goles de Menéndez y un doblete de Bonsegundo. Todavía sueña. Los detalles.


A pura garra y corazón. Cuando parecía que el sueño mundialista se terminaba, este equipo vuelve a demostrar que siempre tiene algo más para dar. Tras el empate ante Japón y la caída por 1-0 ante Inglaterra, Argentina logró una remontada histórica tras ir perdiendo por 3-0. Empató 3-3 y no deja de soñar.

Con un planteo distinto al de los partidos anteriores, el seleccionado nacional adelantó más las líneas y se animó a atacar. En el primer tiempo, tuvo una chance clarísima luego de una muy buena jugada de Banini. Centró Bonsegundo y de cabeza conectó Larroquette. La pelota se estrelló en el travesaño y Jaimes no pudo tomar el rebote.

En la etapa de mayor dominio, el equipo quedó mal parado en una contra y Little convirtió el 0-1 tras una serie de rebotes. El gol pareció no golpearlas pero la diferencia física se comenzó a notar cada vez más. Al inicio del segundo tiempo, tras solo dos minutos, Beattie marcó el 2-0 complicando aún más la clasificación.


Ya sin Banini en cancha, luego de que el DT la reemplazara a los 60 minutos, Cuthbert parecía sentenciar la goleada 3-0 pero…

A los 70 minutos, Ippolito, a pura velocidad, la filtró para Menéndez y la delantera definió muy bien ante la salida de la arquera. Minutos más tarde, tras una jugada a pura gambeta, Florencia Bonsegundo convirtió un golazo desde afuera del área para el 3-2.


Sobre el final, Escocia mostró muchas fallas y la Albiceleste aprovechó. Tras un tiro libre, la pelota quedó sola en el área y cuando Cometti quiso buscarla, le cometieron falta en el último minuto de partido. La arquera atajó el remate de Bonsegundo pero se adelantó antes del tiro. Por eso, mediante el VAR, lo repitieron y la atacante de UAI Urquiza se llenó la boca de gol e ilusión.

Ahora, resta esperar. Si este jueves Chile-Tailandia y Nueva Zelanda-Camerún empatan sus respectivos encuentros, pasará a octavos como mejor tercera. Más allá de lo que pase, orgullo de sobra por un grupo que se vació hasta el final. ¡Vamos las pibas!