Tevez, ante otra gran posibilidad en su carrera. Alfaro lo piensa como titular vs. River.


Este martes 22 de octubre no importan los títulos ganados durante el primer ciclo en Boca, los goles en Brasil, la salvación del West Ham, la Champions con el United ni la Premier League con el City. Tampoco el scudetto y los repetidos festejos con la Juventus, en Italia.

Al menos por un par de horas, también quedarán a un lado las declaraciones inoportunas, las frases sin coherencia, las peleas con algunos ídolos y la particular salida al fútbol chino hace algunos años. Nada de eso tendrá sentido cuando él, con la número 10 en su espalda, salga del túnel que conecta el vestuario local con la Bombonera y mire nuevamente a la multitud que acompañará en las tribunas.

Carlos Tevez tiene la gran posibilidad de reinventarse una vez más y quedar en la historia grande de Boca, en donde ya ocupa un lugar privilegiado por haber sido campeón de América y de la Copa Intercontinental. Es cierto que el tiempo pasa para todos y que la velocidad de las piernas no es la misma que la de los años de gloria, pero hay algo que los cracks de élite nunca pierden: la capacidad de demostrar todo su talento en partidos especiales.

Por eso cuando el árbitro Sampaio pite el inicio del encuentro, Carlitos – como nos gusta apodarlo en la Ribera – deberá enfocarse únicamente en lo que mejor sabe hacer: jugar a la pelota y defender sus colores. Si él logra abstraerse de todo lo negativo y poner su mente en lastimar a la defensa rival, el equipo tendrá un plus. Con él corre la ilusión de millones, que sueñan con jugar otra final continental y sonreír después de varias frustraciones.

El fútbol son momentos, y ojalá que mañana sea el suyo. Boca nunca teme luchar y Tevez lo sabe bien.