Pérez y Pavón festejan. Foto: Agustín Marcarian.

Buen juego, goles y una importante muestra de carácter en el Amalfitani. Boca, único puntero, se ilusiona con el campeonato. 

Hay partidos que te marcan de cara al futuro. Son esos en donde un equipo que aspira a pelar el torneo, como Boca, debe demostrar personalidad, jerarquía y, sobre todo, buen fútbol. El Xeneize cumplió con todos los requisitos en Liniers y dejó en claro que está para cosas serias.

Los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto borraron de la cancha al Vélez de Omar De Felippe. Desde el inicio, el elenco de la Ribera hizo pata ancha en el José Amalfitani y no sólo se impuso desde el resultado, sino también desde el juego. Como consecuencia de esto, la racha de victorias en condición de visitante se estiró y la diferencia de cinco puntos sobre el escolta se mantuvo.

“No nos genera presión que los otros equipos ganen”, dijo el Mellizo post partido. Boca demostró que poco le importa cómo salgan Newell’s, San Lorenzo y Estudiantes, ya que el poder ofensivo comandado por Pérez y Centurión; la racha goleadora de Benedetto y los desbordes de Pavón pueden más que cualquier resultado ajeno.

El domingo, en La Bombonera, el único líder que tiene el torneo recibirá a Patronato con el objetivo de reafirmar su realidad. “Una victoria trae otra”, dijo Carlos Bianchi alguna vez. Si se cumple la profesía del Virrey, todo marchará bien…