Boca jugó un bien primer tiempo y se fue ganando 1-0 por un gol de Palermo, de penal. Sin embargo otra vez regaló 45 minutos y sobre el final se lo empató González. El campeonato cada vez más lejos.

Sin lucirse, Boca fue superior a Estudiantes en la primera parte y exhibió una de sus actuaciones más sólidas del campeonato. Aunque cometió muchas faltas que plantaban una gran amenaza para una última línea que contaba con el debut de Luis Alberto, pero que tenía antecedentes atemorizantes con pelotas aéreas. Sin embargo, el Pincha nunca complicó en la parte inicial por esa vía y de abajo insinúo algo a las espaldas de Gary Medel, pero todo muy tibio.

El Xeneize tuvo la iniciativa y complicó mucho con la velocidad de Nicolás Gaitán, su sociedad con Jesús Méndez y alguna pincelada de Juan Román Riquelme, siempre en la derecha del ataque.

De todas formas, la llave para el gol se abrió por el costado izquierdo. Martín Palermo tiró el centro, Leandro Desábato metió la mano dentro del área y Juan Pablo Pompei cobró penal. El propio Titán lo ejecutó y luego de un intento que acabó en gol pero debió repetirse por invasión, pateó al medio y 1-0 a los 25 minutos. Así, el delantero, a quien increíblemente dudan aún si renovarle o no el contrato en junio, quedó como goleador del campeonato con cinco goles en seis partidos y a sólo un tanto de Roberto Cherro.

La tónica del partido fue siempre la misma y Boca prácticamente no sufrió en lo que restaba de la primera parte. De hecho, tuvo ocasiones para aumentar. ¿La más clara? Un pase magistral de Méndez a Palermo que quedó mano a mano y la tiró increíblemente por arriba en los últimos segundos.

Pero como de costumbre, el conjunto de Abel Alves no pudo mantener un nivel aceptable los noventa minutos, dejó venir a Estudiantes y perdió el balón en la mitad de la cancha.

Gaitán y Riquelme aparecieron poco, la tarea de Méndez se desdibujó y de a poco el Pincha fue arrinconando a un Boca que no tuvo una de sus peores producciones defensivas, se mostró inseguro cuando lo exigieron sobre todo por la poca contención en el medio.

En los últimos diez minutos el Xeneize amagó con salir del asedio pero sólo quedó en una insinuación y como no pudo cerrar el partido, a los 46 ¡y de contra! Estudiantes logró la igualdad por que la última línea azul y oro quedó mal parada, Leandro González corrió sin marca frente a Javier García y la colocó en un lugar inalcanzable para el arquero.

Así quedó Boca, masticando bronca porque el triunfo estuvo al alcance de la mano pero se escapó al final. Aunque, por lo visto en el complemento, fue un final anunciado.