Inter de Porto Alegre se impuso en la final a Chivas de Guadalajara y Abbondanzieri se coronó por cuarta vez campeón de la Copa Libertadores.

Cierto es que terminó viéndolo desde el banco de los suplentes, pero tuvo un papel protagónico en gran parte de la competición que vale la pena recordar.

El Inter iba avanzando de ronda en la Libertadores, y la figura de Abbondanzieri comenzaba a resurgir. Por los Octavos de Final, aún con el Pato bajo los tres palos, eliminaron al Banfield de Julio Falcioni, tras ganarle 2 a 0 en la vuelta.

Luego, por los Cuartos de Final tenían que enfrentarse nada más que al último campeón, Estudiantes de la Plata. Y cuando todo parecía que el Pincha pasaba a la semifinal, apareció un gol salvador que le dio el pase a los de Porto Alegre.

Llegó el parate por el Mundial, y el técnico Jorge Fossati fue echado por la dirigencia. En su lugar, asumió Celso Roth, quien ni bien se hizo cargo relegó al Pato al banco de suplentes y le dio la titularidad en el arco a Renan.

Pese a que Renan tuvo constantes fallas (en especial frente al San Pablo por la semifinal), el Pato no volvió a tener minutos en la Libertadores. Y como profesional que es, lo aceptó sin quejas.

El 19 de agosto de 2010, Abbondanzieri está cumpliendo 38 años y el regalo se lo dio él mismo: un nuevo título.

Tal vez no lo festeje igual que aquellas veces en las que él era el gran protagonista con la 1 Xeneize, pero nada va a quitarle su alegría de ser campeón.

En diciembre, volverá a disputar un Mundial de Clubes, y luego le va a poner el cierre a su exitosa carrera. Y lo hará de la mejor manera posible, en la cima del fútbol Mundial.

Sin dudas, al Pato de América, la vida le dio una revancha.