El Loco marcó un gol en el empate de Boca ante Quilmes y de esta manera igualó la marca de Sanfilippo (227) como quinto máximo goleador de la historia del fútbol argentino.

Boca jugaba mal. Quilmes ganaba 2-0 gracias a dos errores defensivos del conjunto xeneize (Caruzzo y Lucchetti, respectivamente) y poco hacía el perdedor por intentar cambiar la historia.

Sin embargo, en esos momentos donde nadie lo espera, él aparece. Claramente hablamos de El Titán, El Optimista del Gol, como lo bautizaría en algún tiempo Carlos Bianchi. Ese que en las situaciones menos esperadas convierte, ilusiona, causa emoción: Martín Palermo.

Luego de un pase de Chávez desde la derecha, el goleador no necesitó más que parar la pelota y apuntar desde una distancia de treinta metros: el remate que nadie esperaba se metió en el ángulo del arco de Trípodi.

Podría haber sido un gol más entre tantos que El Loco hizo en su carrera, pero no. No solo sirvió para que Boca tomara confianza en el partido (que terminaría empatando), sino que significó llegar a la suma de 227 para alcanzar a Jose Sanfilippo en el quinto lugar de la tabla de máximos goleadores de la era profesional del fútbol argentino.

El “Nene”, máximo anotador de San Lorenzo pero que también jugó en Boca, no tiene una buena impresión de Martín como jugador. Hace poco manifestó que a su entender Palermo “Es un tronco”.

Pero El Loco no le presta atención a las críticas. Al contrario, son sus detractores quienes lo motivan a seguir batiendo récords y hacerse grande en la historia del fútbol de éste país.

Ahora, con 227, quedó a tan solo cuatro goles de Manuel Pellegrina, ex jugador de Estudiantes de La Plata. Con tan solo dos partidos por jugar, Martín Palermo busca seguir callando bocas. Y volver a hacer historia.