Riquelme apareció públicamente y grabó dos videos: uno para los hinchas, otro para contar el trabajo del predio. Que no falte mucho para volver a escucharlo…

La aparición en los medios de Juan Román Riquelme, quien rompió el silencio luego de más de 12 meses, generó un revuelo lógico dentro del Mundo Boca. Por un lado, los críticos de siempre que aprovechan cada ocasión para atacarlo; por el otro, los que no ven ningún error a causa del fanatismo hacia el máximo ídolo de la historia xeneize.

El primer video del hoy vicepresidente fue referido al modus operandi de trabajo dentro del predio de Boca. Román le dio importancia a la presencia de viejas glorias, al roce entre los más jóvenes con los referentes de Primera y a los sueños que persiguen los que en un futuro pueden quedar en las páginas doradas de la institución. Casi 60 segundos le bastaron para resumir la idea. Y sí, por la expectativa que había, sonó a poco.

Sin embargo, minutos más tarde apareció un segundo material del oriundo de Don Torcuato, que le habló pura y exclusivamente a los hinchas para pedirles algo que no abunda en la actualidad: paciencia. Román, con la ropa de Boca puesta, aseguró que esto se trata de un proyecto a largo plazo y que día a día buscan la manera de seguir capacitándose para mejorar los resultados. Ahora sí, las expectativas estaban cumplidas.

Cuando Riquelme aparece, el mundo deportivo se detiene y también se divide. Su presencia obnubila a propios y extraños que prestan atención a sus conceptos que, por lo general, dan en la tecla. Por eso, el deseo de la gran mayoría es que estas dos escuetas apariciones sean solo el comienzo. Porque en el fútbol puede haber muchas cosas lindas, pero pocas se asemejarán a escuchar al tricampeón de América.

El comienzo de su gestión como dirigente no fue para nada malo, más allá del flojo nivel que muestra el equipo en la actualidad: Boca logró dos títulos locales, uno de ellos con un sabor especial por arrebatárselo a River en el final, y se metió entre los cuatro mejores de América. Sin embargo, el pedido en este caso va por otro lado y refiere a conocer un poco más acerca de su proyecto puertas adentro. No importa el canal, la hora ni el usuario de redes sociales: si Román habla, la pelota sigue sonriendo y nosotros aprendiendo.