El delantero entrenó por última vez en Boca, le agradeció a la gente y contó detalles de su partida hacia Turquía. “Es importante en lo futbolístico y en lo económico”, manifestó.  A Pablo Mouche se le cumplió el deseo de poder jugar en otras tierras. Y, en diálogo con Rock And Closs, contó cómo será su partida hacia su nuevo club, Kayserispor:

“El martes estaríamos viajando. Faltan solo algunos detalles. Una vez que se firme todo, sacamos los pasajes”.
Aclaró que es un momento importante para seguir creciendo:
“Sabía que era el momento para partir. Un paso importante hacia otro fútbol, había que aprovechar y subirse al tren. Es importante para lo futbolístico y lo económico”.  “Es un gran paso en mi carrera. Lo voy a usar como trampolín. No voy a decir que quiero estar diez años en Turquía. Quiero disfrutar, crecer y en el futuro se verá si llego a una liga más importante”.
También opinó acerca del equipo en el que jugará:
“El equipo se está armando de la mejor manera para aspirar en los puestos de arriba y clasificar a alguna copa. Quiero hacer las cosas bien y acomodarme al nivel”.
En cuanto a la Liga Turca, manifestó:
“Es una liga difícil, es un desafío y me encanta. Quiero tenerlo como gran experiencia y responsabilidad”.
También dio su punto de vista de cara al fútbol europeo:
“En Europa se abren más las puertas. Te ven con otros ojos y es más fácil que te vean equipos más grandes”.
Desmintió rumores de peleas y confesó que extrañará ponerse la camiseta azul y oro:
“Me voy sin problemas con nadie. Tengo una relación con todo el cuerpo técnico y mis compañeros. Me emocionó irme, se me hizo difícil despedirme de todos. Voy a extrañar todo”.
Recordó los partidos de la final de la Copa Libertadores:
“Hicimos dos partidos donde no estuvimos a la altura. No jugamos como para decir que merecíamos ganar. Ellos supieron aprovechar los momentos del partido y se llevaron la copa merecidamente. No supimos cómo superarlos, cómo encontrar en el camino. Nos fuimos muy tristes y hoy lo seguimos lamentando”.
Aclaró que en aquel encuentro no influyó la ida de Riquelme y la no presencia de Roncaglia:
 “No sé si tuvieron que ver las cosas que pasaron. Somos profesionales y era una final. Estamos concentrados en el partido. Si alguien le pasó algo cada uno lo sabe interiormente”.
Lamentó no haber podido conseguir el máximo objetivo:
 “La espina que me llevo es no haber ganado la Copa Libertadores, iba a ser un lindo recuerdo, un sueño”.
Por último, le agradeció a todo el mundo Boca:
“Tuve años muy buenos y momentos no tan gratos. Me llevo la mejor parte. El cariño de la gente que me quiso y al que no me quiso también. Le agradezco a todos. Al que me critica, al que no, al que me halaga y al que no. Espero algún día volver”.  
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