Así gritó su primer gol en La Boca. Foto: Prensa C.A.B.J.

Tras la derrota ante River, se hizo más evidente la necesidad de un nueve de área. ¿El ex Huracán gana lugar?

La lesión de Darío Benedetto no trajo más que problemas para Guillermo Barros Schelotto. Luego de su abrupta salida del equipo, el cuerpo técnico tuvo que rearmarse y reinventarse sin su goleador y figura; algo que se sabía, no sería nada fácil.

Para el entrenador, el 9 de Boca es Carlos Tevez. El inconveniente es que el “Apache” no juega en esa posición y, cada vez que lo hace, no logra conectarse con la pelota teniendo rendimientos muy bajos. La final de la Supercopa Argentina fue un claro ejemplo de la incomodidad del “32”: cuando el balón no le llegaba, salía a buscarlo y el equipo perdía a su referente en los últimos metros.

Además el juego que busca Guillermo pasa por ganar en velocidad, abrir la pelota para los extremos y buscar al típico centrodelantero entre los zagueros contrarios. Y a pesar de que Wanchope Ábila no sea del gusto del técnico debido a su falta de movilidad, hoy parecería ser el remedio necesario para recuperar la falta de presencia en el área rival.

Ábila sumó 129 minutos desde su llegada al club de la Ribera y fue titular en sólo un encuentro. Aún así pudo convertir su primer gol oficial ante San Martín de San Juan en La Bombonera y asistir a Leonardo Jara, el pasado domingo, durante la agónica victoria ante Tigre.

De esta manera parecería que el ex Huracán comienza a tener chances para demostrar y modificar el pensamiento del mellizo a la hora de armar el once. En sus pies pueden estar los goles que necesita el Xeneize de cara a todo lo que se viene y una de las oportunidades, podría darse el próximo domingo cuando el equipo visite a Atlético Tucumán. ¿Es la solución para Boca?