El mendocino, bajo la intensa lluvia.

Un breve análisis sobre el debut de Andrada. ¿Cómo le fue?

El escenario no era fácil: ida de octavos de Copa Libertadores, en La Bombonera y con un clima de fuertes vientos y lluvias que no ayudaban en nada. Aún así, Esteban Andrada cumplió mostrando seguridad y confianza bajo los tres palos de Brandsen 805.

Al salir al campo de juego para realizar la entrada en calor, la gente lo recibió con aplausos. Un lindo mimo para el jugador de 27 años que estaba ansioso por comenzar a atajar en el Único Grande. Y luego, durante el encuentro, también se ganó el reconocimiento de la gente, todavía tímido, por alguna de sus intervenciones.

Si bien no fue probado, siempre se lo vio bien ubicado. Libertad sólo tuvo remates desde afuera y pareció que ninguno lo incomodó demasiado. Cortó dos centros con los puños, controló situaciones y mantuvo el arco en cero durante su primer encuentro.

Y sobre el final, para cerrar una noche aceptable, tuvo una atajada tremenda que no todos supieron apreciar desde el estadio: tras un gran disparo desde afuera del área, el arquero Xeneize la rozó con los dedos y la pelota dio en el travesaño. Así, salvó por primera vez el bicampeón.

Si bien el tanto no cambiaba demasiado el marcador, el gol de visitante podía jugar en contra en Paraguay. De esta manera, Boca llega más tranquilo a la vuelta y está un poco más cerca del principal objetivo. ¡Bienvenido, Esteban!

Repasá el partido del “1”: