…hijos nuestros morirán! Boca le ganó a River 2-0 con dos goles de Gary Medel, que luego se fue expulsado.

Fue una primera mitad igualada y pareja, con pocas chances pero las más claras del lado azul y oro. Una de ellas desató la locura, a los 13 minutos. Un tiro libre cerca del área, Juan Román Riquelme sorprendió a todos al enviar rasante el balón cuando todos lo esperaban por arriba, apareció habilitado Gary Medel y puso el 1-0.

Boca ganó en actitud, jugó cuando pudo pero puso lo que había que poner durante los primeros 43 minutos. Las únicas de River fueron un tiro libre de Marcelo Gallardo que se fue muy alto y un mano a mano de Rogelio Funes Mori que tapó excelentemente Javier García.

Después de una gran jugada colectiva, Nicolás Gaitán le metió un pase perfecto a Riquelme, que remató bien pero un poco arriba. Una pena. Además, Martín Palermo no pudo convertir el gol 219 cuando ensayó una gran chilena que se fue afuera.

En el segundo tiempo Boca salió con toda la furia, jugando bien, con Riquelme como figura y generando chances continuamente. Después de una enorme jugada, iniciada por Luciano Monzón, Gaitán abrió las piernas y se la dejó a Medel, que la puso en un lugar inatajable para Daniel Vega. Iban 3 minutos, faltaba mucho, pero el triunfo ya se saboreaba.

Luego el Xeneize fue inteligente, no se descuidó y jugó al contragolpe. Por ese medio Palermo pudo haber conseguido el tercero tras un buen centro de Román, pero se fue apenas desviado. La defensa jugó como hacía mucho, fue sólida y cuando la superaron, como dos veces más lo hizo Funes Mori, García respondió de forma impecable.

Sobre los 29, Medel vio la segunda amarilla por golpear sin pelota a Almeyda. Una tontera que mancha su actuación. De cualquier manera el triunfo nunca corrió peligro, Boca ganó muy bien. Una tarde única, un triunfo inolvidable. Hijos nuestros.