Boca le ganó a Wilstermann por 4-0 como local y se perfila bien rumbo a octavos de la Copa. Zárate entró y marcó dos goles: la gente lo pide como titular.


Fue una buena noche para el Xeneize, aunque al inicio el triunfo estuvo en duda. Es que a los 31 minutos Darío Benedetto falló un penal tras una (dudosa) falta sobre Villa en el área. Y todo parecía costar un poco más, a pesar de que el visitante no inquietaba.

El salvador fue Julio Buffarini. El lateral ganó una pelota increíble en el borde del área, tiró el centro y así asistió a Reynoso, que marcó de cabeza y desató la locura. Boca era superior pero también tenía que cuidarse: Andrada hizo la gran tapada de la noche para impedir el gol de tiro libre de Chávez. Y en el rebote el héroe fue Emmanuel Mas, sacándola en la línea.


Por fortuna para Boca, el arranque del complemento fue más tranquilo. Por empujón a Tevez, el árbitro cobró un nuevo penal y esta vez hubo revancha para Benedetto, quien no falló y marcó el segundo.


Ahí llegaron los cambios. Ingresaron Zárate y Pavón, y Mauro cerró la noche con un verdadero golazo: a cinco minutos del final, se la picó al arquero y así enloqueció a todo el estadio. Poco después sólo tuvo que empujarla para bajarle el telón al partido. Boca, firme en La Bombonera, se afirma también en el grupo. Y cada vez está más cerca de octavos.