En la noche de los 200 partidos de Riquelme, Boca le ganó 2 a 0 a Olimpo como local. Los goles fueron de Sánchez Miño y el capitán: sin lucirse, el equipo fue mejor que su rival.

Desde el arranque, el Xeneize salió decidido a dominar el partido. A los 7 minutos llegó la primera jugada clara de gol: desbordó Insúa y tiró un centro por abajo que Emmanuel Gigliotti desvió con el taco para dejar solo a Luciano Acosta, pero Nereo Champagne le tapó el arco al juvenil.

El local siguió buscando y llegó a generar peligro con las subidas de Insúa y los ataques de Acosta. Juan Román Riquelme lideraba al equipo, que de a poco se iba afianzando en el juego. Pero Olimpo avisaba: a los 18, Leonardo Gil quedó solo y probó desde afuera del área. Se fue cerca del arco de Emanuel Trípodi.

El conjunto azul y oro volvió a tener una clara y Acosta fue nuevamente el protagonista. Riquelme ejecutó una jugada preparada que dejó solo al extremo, pero su remate fue desviado al corner por un defensor. En la acción siguiente, Champagne evitó el gol de Juan Sánchez Miño, que probó con un zurdazo desde lejos.

“Es la hora de ganar”, cantaba la gente en La Bombonera. Boca era mejor que su rival pero le costaba llegar con profundidad. Así se terminó la primera parte.
El complemento comenzó con la misma tónica. Los de Carlos Bianchi tenían el control de la pelota pero no podían llegar con claridad al área del equipo bahiense, muy tirado atrás y aguardando por un contragolpe. Otra vez Acosta, de los mejores del partido, apareció con un disparo que obligó a Champagne a volar para que no se metiera.
A los siete llegó el gol: Leandro Marín desbordó por la derecha, Cristian Erbes la desvió y apareció Sánchez Miño para empujarla, y así abrir el marcador. El Xeneize se ponía arriba y el estadio era una fiesta.

El tanto aportó confianza. Con mayor serenidad, el local siguió dominando. Para aportar seguridad en el mediocampo, el “Virrey” mandó a  la cancha a Diego Rivero en lugar de Cristian Erbes. La mala noticia fue que Juan Forlín sintió una molesta: lo reemplazó Claudio Pérez.

A los 38 minutos, Emanuel Insúa entró en el área y fue derribado: penal para que se cierre la fiesta. Riquelme, en su partido número 200 en La Bombonera, convirtió el segundo y se llevó la ovación. Lo reemplazó Claudio Riaño y la historia se terminó.

Gran victoria de Boca que sirve para sumar confianza. Ahora se viene el clásico ante Racing.