Después del “polémico” festejo récord, la gente se embanderó con Palermo o Riquelme. ¿Es necesario enfrentarse por dos ídolos de Boca? PBJ analiza la locura que se vive y se pone totalmente en contra.

Riquelme toca para Gaitán, que devuelve la pelota y deja a Román cara a cara con Campestrini. El enganche abre para Palermo y, como no podía ser de otra manera, gol y récord. Todo hasta ahí marchaba con normalidad: genialidad del 10 y definición del 9.

Lamentablemente, después de la goleada Xeneize (sí, no se olviden que Boca ganó 4-0), el tema principal y preferido por la prensa fue, otra vez, la relación JRR-MP. Por qué no lo festejó con él y sus posteriores análisis complementarios a los que nos tienen acostumbrados. ¿Hay necesidad de observar en detalle ahora también los festejos que hagan?

¿Acaso el no abrazo muestra que no tienen relación? Sería bastante superficial creer eso, ya que el distanciamiento entre ambos jugadores viene desde hace años atrás y, en ese tiempo, no se cansaron de gritar goles juntos y de manera bastante afectiva. El Nº 218 de Martín en cancha de Vélez también fue asistencia de Román y festejo compartido.

No merece la pena seguir haciendo un análisis de ese hecho, sino pasar a la reacción del hincha. Para algunos puede ser más o menos ídolo Palermo que Riquelme o viceversa, pero no por eso “obligación” criticar/insultar/descalificar al otro por el simple hecho de un fanatismo.

Recorrí las páginas más importantes del Xeneize y sus foros y realmente hubo comentarios que me llamaron poderosamente la atención. Ver a “Riquelmistas” enfrentados con el cuchillo entre los dientes con “Palermistas” y viceversa, como si fueran de dos equipos totalmente diferentes es realmente tétrico.

Esto no es cuestión de blanco o negro, no es Palermo o Riquelme, esto es Boca. Y Boca es Palermo, Riquelme y todo el resto. Todos deben tirar para el mismo lado, a pesar de las diferencias. Suena repetitivo, lo sé, pero algunos parecen no entenderlo.

Que gente paga se embandere por uno u otro, teniendo como beneficio algún que otro billete, vaya y pase, no es problema nuestro. Pero que el hincha Xeneize, que deja todo por ver a Boca, que ovaciona y reconoce a las grandes glorias del club, “elija” (cuando nadie habló de elegir) a uno de los dos ídolos,  machacando los “defectos” del otro me parece una bajeza terrible.

¿Qué se hubiera dicho si Román no le pasaba la pelota a Martín? Mejor, ni pensarlo…