El volante afirma que en Boca tiene una función de ataque, pero sin dejar de lado el esfuerzo. “Yo sabía que para jugar en Boca tenía que dejar todo”, dice. Llegó como un jugador de buen pie, armador de juego, con una técnica envidiable. Pero en Boca esas características no lo distinguieron del todo. Su papel también implicó un desgaste físico. Este es el nuevo Walter Erviti.

Yo sabía que para jugar en un club como Boca tenía que dejar todo. No era algo que me preocupara”.
El volante sabe que su rol en el conjunto azul y oro no se liga exclusivamente a la ayuda en la creación de jugadas. Además de eso, cumple una función defensiva, de relevamiento de Clemente Rodríguez
, y le da soporte a Somoza en el centro. Así se lo explicó al diario Clarín.
“En México llegué a jugar un año entero de lateral izquierdo con Passarella. En el equipo que tenemos tengo una tarea asignada que es particular. Tengo que aportar en ataque, pero el sacrificio no se negocia”.
Pero no se queja. Y hasta se lo ve más que conforme. Hoy es uno de los pilares del plantel de Falcioni
, que va por todo.
Boca es un club al que hay que saber adaptarse. Tiene grandes jugadores, no voy a descubrir nada. El nivel de exigencia es muy importante y, por suerte, pude lograr tener lugar en el medio de eso”.
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