Con uno menos durante un tiempo, Boca igualó 1 a 1 ante River en Mar del Plata. El gol del Xeneize lo marcó Sánchez Miño, de tiro libre.

El partido arrancó con bastante intensidad, pero sin acciones claras. A los 11, Pablo Ledesma probó desde afuera, pero su disparo se fue lejos. Cuatro minutos más tarde, Luciano Acosta centró para Emmanuel Gigliotti, que sacó un buen cabezazo. La pelota se desvió en su marcador y Marcelo Barovero se encargó de despejarla.

Boca plasmó en el marcador su superioridad, a través de Juan Sánchez Miño. El volante ejecutó un excelente tiro libre y el balón ingresó pegado al palo izquierdo. El gol abrió el partido y obligó a River a ser un poco más protagonista.

Fernando Cavenaghi tuvo dos oportunidades, pero no estuvo fino en la definición: primero, un cabezazo que se fue apenas afuera; luego, un zurdazo desviado.

Recién a los 41 llegó la igualdad, también de pelota parada. A la salida de un córner, Jonathan Maidana recibió la pelota cerca del área chica y terminó empujándola con lo justo. Germán Delfino convalidó el tanto, pese a los reclamos de los jugadores xeneizes por una falta sobre Agustín Orion.

Con el ánimo caldeado, sobre el cierre de la etapa inicial, Daniel Díaz vio la roja por exceso verbal. De cara al complemento, Joel Rodríguez ingresó para reagrupar la defensa, dejando en el vestuario a Acosta, que tuvo un buen rendimiento en su debut. Boca se paró con un 4-4-1, replegado, a la espera de la oportunidad para contraatacar.

A pesar de tener un hombre de menos, se las encargó para llegar al área de Barovero. Luego de una gran jugada colectiva, Fernando Gago remató apenas arriba. Luego, Gigliotti se encontró con una pelota muerta y probó de zurda, pero sin peligro.

El elenco de Núñez manejaba la pelota pero sin crear demasiado peligro. Nuevamente apareció Cavenaghi, que se sacó a un hombre de encima y sacó el derechazo que terminó dando en la parte exterior de la red.

La alarma de las lesiones volvió a encenderse cuando Orion pidió el cambio por una molestia en el muslo derecho. En su lugar ingresó Emanuel Trípodi, que en su primera intervención tapó una gran chilena de Manuel Lanzini.

Sobre el final, Carlos Bianchi movió el banco para que entren Gonzalo Escalante y Nicolás Colazo por Juan Manuel Martínez y Sánchez Miño, respectivamente. Sin embargo, el marcador no cambiaría. La expulsión de Cavenaghi quedó solo para la anécdota.

En este primer Superclásico, el Xeneize mostró aspectos positivos. En igualdad numérica fue más que su rival y en el segundo tiempo supo reordenarse bien para no sufrir sobresaltos. Siempre que pudo, el equipo presionó bien arriba y mostró algunas sociedades interesantes. El sábado que viene habrá revancha en Córdoba.