A pensar en Junior. Foto: Prensa C.A.B.J.

Alianza Lima 0-0 Boca. El Xeneize volvió a la Copa Libertadores y se trajo un punto de Perú.

Es sabido que para el hincha de Boca la Copa Libertadores tiene un significado especial. Y después de un año sin jugarla, el debut frente a Alianza Lima representaba la vuelta a su gran anhelo. El empate tuvo gusto a poco y dejó algo de amargura, pero el futuro será el que marque la importancia del punto logrado en el Estadio Nacional de Perú. Para el próximo compromiso falta -increíblemente- más de un mes: será el 4 de abril ante Junior en la Bombonera. Aun así, el sueño ya está en marcha.

Los dos tiros en los palos fueron las principales chances de un equipo que en el primer tiempo controló el trámite del partido y en el segundo lo compartió, con el riesgo que eso conlleva. El tradicional 4-3-3 para atacar y el 4-1-4-1 en el retroceso se quebró en el complemento, generando un ida y vuelta que lo suele beneficiar en ofensiva (por la velocidad para aprovechar espacios) y lo expone en defensa. Sin embargo, la cuenta pendiente estuvo en no haber sido punzante para lastimar en los últimos metros.

En esta oportunidad, a las ya habituales ausencias (Gago, Pablo Pérez y Benedetto) se sumaron los también lesionados Goltz y Magallán, y el suspendido Nández. Es decir seis o siete titulares, porque cuando estén todos en condiciones alguno deberá quedar afuera. Demasiadas bajas para un encuentro tan importante como es el debut en la Copa Libertadores. Incluso fue la presentación oficial del juvenil Heredia, quien hasta este momento solo había jugado un amistoso contra Godoy Cruz en el verano.

En aquella zaga central inusual, Vergini respondió bien. A Reynoso le costó entrar en ritmo y Buffarini tuvo más entrega que fútbol. Otro que no cumplió fue Jara, mientras que para completar el sector derecho del equipo hay que marcar que Pavón se mostró errático para la terminación. El trabajo de Tevez mejoró en el segundo tiempo, al igual que el de Cardona. Y las subidas de Fabra por izquierda se aprovecharon especialmente en el complemento. Pero como casi siempre, la figura fue Barrios.

Uno de los interrogantes más importantes que se plantean tiene que ver con el nivel de juego, sobrevalorado frente a San Martín de San Juan y todavía lejos de lo esperado. El otro es la inteligencia para plantarse en cancha y hacer valer su personalidad. Esa que en los últimos años tanto se le criticó en duelos clave, cuando le ensuciaron el terreno y no reaccionó como debía. Esta vez, Alianza Lima pegó demasiado en la primera etapa y los dos amonestados que se fueron a los vestuarios eran de Boca.

Ahora es el turno de Argentinos, en La Paternal, con la chance de dar un nuevo paso en la Superliga y acercarse a uno de los tres objetivos de este primer semestre de 2017. Lejos de tener el título asegurado, la ventaja obtenida genera un panorama alentador y lógico optimismo. El segundo es la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores. El último será el que primero se defina. El 14 de marzo, en Mendoza. Ese del que tanto se habló en la previa y para el que cada vez falta menos.