Mauricio-Serna-Boca

En exclusiva con Planeta Boca Juniors, Serna repasó su ciclo en el club: “Haberme ido fue la peor decisión de mi carrera”. Además, habló del presente de Erbes, Gago y Cubas

Parecía ser un domingo más, pero no. La ansiedad desde temprano y las ganas de encontrarlo, fueron el eje de la jornada. Apenas terminó el partido con Estudiantes, avisan que se debe esperar una hora más. 60 minutos más tarde, estamos esperando a Mauricio “Chicho” Serna en el lobby del Hotel República de Villa María.

El descanso era obligatorio, ya que había estado en Peñas de Boca en Carlos Paz y San Francisco, y le tocaba cerrar en la cena de la Peña Villa Nueva en Boca de todos. Son pasadas las nueve de la noche, y todavía queda una entrevista más y el saber que la gente lo espera en media hora. Eso aumenta los nervios, porque ya que existe la posibilidad de sentarse a hablar con semejante prócer bostero, faltaría no estar a la altura de las circunstancias.

Al hacernos sentar, explicamos que no sacaremos mucho tiempo. Él sonríe, y entonces el fondo de pantalla del celular que lo tiene junto a Riquelme, es el comienzo…

Quiero que me digas si ese señor es el mejor número 5 de la historia de Boca

La sonrisa es grande, como en todos los minutos que hablamos. Y se ataja: “Eso no lo voy a decir yo”. Entonces la ayuda de la historia.

Chicho, te pregunto eso porque Rattín lo dijo. Que vos estas por encima de Suñé, de Giunta y de él. Además porque firmaste el 12 de enero del ’98, debutaste el 25 de febrero con un gol y el 5 de octubre cuando no jugaste contra Platense todos te cantaban el cantito de Giunta, pero cambiado: “Chicho/Chicho/Chicho Huevo/Huevo/Huevo”.

“Que bien, sabes más que yo… No sabía”, responde y se ríe. Entonces ahí el entrevistador agradecido, y el entrevistado glorioso tácitamente se dan cuenta que no será una nota, sino una charla.

El destino

“Yo creo mucho en el destino y que el de cada uno está marcado desde el día en que nace” comienza contando el hombre que ganó seis títulos en Boca (tres locales, dos Copas Libertadores y una Intercontinental). Y retoma con su hablar tranquilo, pero firme: “Seguro yo estaba marcado para ponerme la camiseta de Boca y para triunfar. Después depende de cada uno cómo se logra el triunfo, pero pareciera que estaba hecho a la medida de Boca, y Boca estaba hecho a la medida para que el Chicho encajara”.

Nacido en Medellín, sabe que Boca lo marcó para siempre y él a Boca. Por eso no se anda con vueltas y tira una de las cosas más lindas para los oídos bosteros: “Me siento feliz de que eso pasara, porque a pesar de estar cuatro años y medio, muy poco tiempo, para mí fue todo una vida. Disfrutando en la dimensión que pude, defendiendo la camiseta y peleando por ella”.

Se le comenta que Jorge Bermúdez dijo algo parecido a la página hace unos años y lo explica mejor: “Hemos pasado muchísimos jugadores en Boca y digamos que la etapa nuestra fue muy buena, porque se juntaron muchas cosas que nos llevaron al éxito pero no nos marearon. Al otro día de ganar madrugábamos con más ganas de ganar. Y de esa manera se armó todo lo que Boca requería”.

En el transcurso de la charla recuerda que lo quería Racing, pero se decidió por Boca por lo conocido mundialmente y por ya tener a sus compatriotas en el equipo, pese a que a Diego Armando Maradona no le convencía eso al principio. Él lo explica mejor: “Diego me dijo que había pedido por Redondo, pero nunca dijo que yo era malo, o que no tenía que ir a Boca. Cuando llego a Boca él me llama, y me lo dice. Yo le dije, que también si me preguntaban compraba a Redondo (risas). Pero también que yo iba a trabajar y demostrar porque me habían contratado”.

El presente

Como a pocos a Chicho, le dolieron las salidas de Riquelme y Bianchi. Sobre Carlos dijo: “Las segundas veces casi nunca son buenas. El hizo la primera muy buena, la segunda brillante, y ya en la tercera las cosas no salieron como él pensaba. No pudo encontrar la vuelta a sus jugadores y ellos no entendieron su filosofía. Cuando los jugadores no juegan bien, el técnico se va. Me dolió mucho, pero esas son las reglas del juego. De todos modos sabemos que siempre estará por encima de todo eso”.

Con Román lo une una amistad y admiración por su juego, tanto que “fue fundamental jugar con él, porque yo recuperaba y le pasaba la pelota a él y descansaba. Me acomodaba mejor en la cancha. No hacíamos ataque por ataque, porque él administraba de la mejor manera la pelota”. Pero va un poco más allá y dice: “Riquelme mereció otro trato. Él tenía que salir por la puerta grande. Yo hablo de lo que vi como hincha de Boca: el jugador más importante es Román. Además de la manera brillante de cómo ve, juega y explica el futbol. Y en lo personal es mi amigo y no juzgo a nadie. Si Pedro no se habla con Pablo, es un problema de Pablo y Pedro”.

Ante la pregunta sobre si ve cosas de Bianchi en Arruabarrrena, se limita a contestar que no lo ha visto trabajar, pero que confía en su gran profesionalismo. “Siempre fue el primero o segundo en llegar, marcando pauta importante. Y conoce el mundo de Boca desde abajo. La parte directiva hizo su parte contratando grades jugadores, así que ahora depende de él”.

El analista

-¿Cómo ves a los que están en tu posición actualmente?

-Me alegra que Erbes haya recuperado la forma. Porque lo hicieron jugar de volante central solo, doble 5, por la derecha… creo que todo eso lo confundió. Es un jugador que conoce bien la posición, y que cuando juega de cinco sabe que no debe tener la pelota por mucho tiempo, que sea una posición más de tránsito, como lo hizo frente a Estudiantes. En eso tiene para dar mucho a Boca.

Gago, tiene todo el recorrido. Todo el mundo futbolístico lo conoce. Este torneo lo empezó diferente, mejor hablando en lo físico y eso lo llevo a jugar mejor. Importante más que para Boca, para él, porque lo llevará a ser imprescindible en la Selección.

El otro es Cubas, con un mundo importante por recorrer, pero conociendo muy bien la posición. Lo comparan mucho conmigo, y las comparaciones a veces no son ni tan buenas. Juega simple y eso en el fútbol moderno es muy complicado.

-¿Qué opinás de este Boca?

-Este campeonato es raro. No sé en qué parte hay 30 equipos en Primera. No sé cuántos partidos se juegan, si son 29, 58 pero en ese orden Boca va adelante. Y eso de que no jugó contra nadie es irrespetuoso. Podés decir que no tienen mucha historia, por eso ha ido tranquilo en la Copa. Pero además, en ciertos momentos, esos partidos los terminábamos perdiendo o empatando y ahora lo lleva de la mejor manera. Contra Estudiantes dio una buena imagen. Físicamente están bien, y además mucha armonía en el grupo y eso es muy buen síntoma”.

-¿Ante este análisis, cuando te vemos como técnico?

-No sé. Es una asignatura pendiente y no sé si la llegaré a cumplir. Puedo pensar que tengo condiciones pero hasta que no lo haga, no se sabrá. Pero quiero esa oportunidad de demostrarme si estoy capaz”.

Chicho y Boca

Habla como hincha. Vive como hincha. Mejor dicho, lo hace como “un hombre de Boca”. Por eso no tuvo problemas de acompañar a Amor Ameal en 2011, ni de juntarse a charlar con Daniel Angelici. “Que algunos tengan la fortuna de trabajar en Boca y que otros los deseamos y no se ha dado… pero eso no quiere decir que no nos atiendan en Boca. No solo la hinchada, sino los directivos”.

Sigue hablando ordenando los paquetes de azúcar. Piensa y habla con tranquilidad. La misma con la que jugaba, sabiendo que tenía a sus amigos detrás y al mago delante. Creo que sabe lo que genera tenerlo al frente, y lo que logrará cuando llegue al salón donde lo esperan cientos. Es un mito viviente, una leyenda que sabe que ha influido en la vida de millones, pero sobre todo camina sabiendo que tuvo la mayor fortuna al vestir la azul y oro, por eso resume su vida con su paso por Boca.

La última respuesta resume a Mauricio Alberto Serna Valencia, cuando se le pregunta si todavía quiere su vínculo de por vida con Boca, aunque sea de utilero como dijo alguna vez. Los ojos guardan emoción, sin llorar: “Si bien la estadía en México (para jugar en el Puebla) sirvió para experiencias profesionales, de esposo y padre, y que es uno de los capítulos de un libro que quiero sacar de mi vida, siempre dije que fue la peor decisión de mi carrera haberme ido. Lo dije en su momento, después de tanto tiempo digo lo mismo”.

“Chicho” a secas refuerza esa idea del error y el dolor de irse del club. Ese contrato vitalicio, sea en el rol que sea. Por la respuesta que a esta altura es muy obvia: “Y sí. Porque a Boca lo amo”.