Boca cayó por 4-2 ante Newell´s en Rosario. Los goles Xeneizes: Palermo y Viatri.

Ilusionado tras el triunfo categórico en La Bombonera, Boca viajaba a Rosario con un bolso lleno de ilusiones. Un gran rendimiento de Riquelme, sumado a una versión mejorada en el ámbito defensivo, hacían creer que el equipo había levantado.

Todo se derrumbó apenas comenzado el encuentro, cuando llegó el primer centro al área Xeneize e Insaurralde cabeceó sin marca y gritó el primero. Los dirigidos por Alves no lograban hacer pie en el Coloso de Rosario y sufrían cada uno de los ataques del conjunto leproso.

Con Formica como creador de juego, los locales dominaron el encuentro y provocaron serios dolores de cabeza para una defensa de Boca que nunca pudo asentarse e hizo aguas por todos los sectores.

Tras un centro bajo desde la izquierda, que Paletta falló en el cierre, Achucarro metió el segundo para Newell´s. Tres minutos más tarde llegaría Formica, solo y sin marca ante Abbondanzieri, y definiría con gran clase, por entre las piernas del arquero Xeneize.

El suplicio parecía no cesar para la visita, hasta que Prediger fue derribado en el área y Beligoy sancionó penal. Palermo se encargó de canjearlo por gol, luego de dos intentos, ya que el árbitro observó una supuesta invasión de área.

Méndez tuvo otra jugada, un poco afortunada, que podría haber terminado en el descuento Xeneize: sacó un remate/centro desde un ángulo complicado desde la derecha y el balón dio en el travesaño del arco custodiado por Peratta.

Buen primer tiempo de Newell´s que se abusó de los groseros errores de su rival y tuvo muchas más chances que las que concretó. Tibio, muy tibio lo de Boca, que parece ser aquel equipo endeble del torneo pasado y de los últimos minutos ante Argentinos Juniors.

En la segunda etapa, los dirigidos por Alves fueron en busca del rápido descuento con el ingreso de Pochi Chávez por Prediger. Se mostró un equipo más ambicioso, comandado por Riquelme, que cuando se propuso atacar, inquietó al fondo de Newell´s. Quizás por la mala puntería o por las buenas respuestas de Peratta, el Xeneize no lograba descontar el marcador.

Newell´s siguió aprovechando de las ventajas que proponía la defensa de Boca, aunque ya no atacaba tan incisivamente como en la primera etapa, sino que se encontraba más replegado en su campo.

A los 22 minutos Alayes se fue expulsado por doble amarilla y, ante esto, Viatri ingresó para los visitantes por Morel Rodríguez, ya amonestado. El Xeneize siguió con su propuesta ofensiva y llegó al descuento, a falta de 4 minutos para el final, gracias a un disparo desde el borde del área del delantero recientemente ingresado.

Insúa tuvo otra jugada clara que podría haber sido el empate pero Peratta respondió de gran forma y evitó la caída de su valla. Para peor: después de un mal rechazo de Abbondanzieri, que intentaba remediar un error en un pase de Insúa, Bernardi se encontró con la pelota y, desde lejos, marcó el cuarto tanto y sentenció el 4-2 final. Solamente hubo tiempo para la expulsión de Paletta, que se perderá el próximo encuentro ante Atlético Tucumán.

Alves tiene un problema: el equipo tiene una doble personalidad, al mejor estilo Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Cuando ataca, tiene chances y le cuesta concretarlas; cuando defiende, es muy tibio y da muchas libertades. No alcanza con un buen rendimiento de los de arriba para equilibrar las falencias del fondo.

Cuando se creía que el equipo había dejado atrás la mayoría de sus errores infantiles después del encuentro ante Lanús, hoy volvió a cometerlos en Rosario. ¿Cuál será la verdadera cara de Boca?