Por el estilo y la situación de cada equipo, el duelo frente al conjunto de Ricardo Gareca parece el apropiado para que de una vez por todas Boca se asiente.

Este es el momento. El rival es un gran equipo, uno de los dos mejores de los últimos dos años. Pero no viene bien ahora, ya que algunas lesiones y los malos resultados tienen al Fortín del Tigre Gareca con una serie de dudas inesperadas tiempo atrás.

Tras la confirmación de la lesión de Juan Román Riquelme, ya no quedaron dudas de que Julio César Falcioni planterá un 4-4-2, su esquema, con uno de sus jugadores predilectos, Walter Erviti como protagonista principal.

Así es, con este dibujo, la función del zurdo como primera “guitarra” será crucial para el desempeño de Boca. Será el nexo entre la delantera y el resto del equipo. A su favor, el buen momento de Nico Colazo, el despliegue de Diego Rivero y Clemente Rodríguez, más las ganas de mostrarse que tendrá Christian Cellay en su vuelta tras su mala suerte con las lesiones, lo ayudarán para darle opciones de pase y espacios para jugar.

¿Por qué es el partido ideal? Porque Vélez tiene buenos jugadores. Sí, y porque juega a atacar, le gusta tener la pelota y, local y necesitado, irá al frente. En su plantel hay jugadores de la talla de Maxi Moralez, Juan Martínez y David Ramírez, pero a la vez las lesiones de Guillermo Franco y Santiago Silva, quien jugó el segundo tiempo frente a la U Católica, le quitan peso arriba. El sistema defensivo de Boca, si repite el desempeño frente a All Boys, no tendrá mayores problemas para contener a esta gente y proteger a la defensa para que ni Seba Battaglia ni los centrales queden expuestos.

Si la mitad de atrás cumple, Pablo Mouche y Martín Palermo sólo necesitarán un poco más de suerte que el último fin de semana. Ya es hora de que las que pegan en el palo vayan adentro, y así Boca empiece a sumar. Como decía Carlitos Bianchi, una victoria llama a otra victoria, sobre todo tras una actuación sólida, como la que se supone tendrá el equipo de JC Falcioni.