Barros Schelotto en la semifinal del 2004.

El Superclásico es especial: que no falte fútbol, personalidad, garra y corazón. Boca se la juega en La Bombonera.

El domingo, desde las 17, La Bombonera será testigo de una nueva edición del partido más vibrante del fútbol argentino: Boca vs. River. El Superclásico es diferente, distinto, y para ganarlo se necesita algo más que buen juego dentro del campo.

Personalidad, carácter, garra y corazón. Algunos de los condimentos que no le pueden faltar a ningún jugador que vista la azul y oro en un encuentro de este tipo. La historia se encargó de asegurar que si un equipo juega bien y le suma estos requisitos, tiene más chances de salir victorioso. Véanse ejemplos de Serna, Giunta, Cascini, Schiavi, Suñé, entre otros.

Guillermo Barros Schelotto conoce el tema y sabe de qué se trata. Dentro de la cancha, uno de los más pícaros. Fuera del rectángulo, sigue teniendo las mismas mañas. Por eso, la mitad más uno de la República Argentina se aferra a sus conocimientos.

Este 14 de mayo no será un día más. La felicidad de un pueblo, las cargadas del lunes en el trabajo, las alegrías de los chicos en los colegios, y la punta del campeonato están en juego. Los jugadores tienen la chance de quedar en la historia. Aliento y apoyo no les faltará. Llegó la hora de demostrar…