Medel se metió en el corazón de la hinchada luego de su gran partido. PBJ lo analiza.

La hinchada deliró, cantó, saltó, se emocionó. Todo eso fue gracias a una sola persona, todo eso fue gracias a Gary Medel, el chileno que se vistió de héroe en la soleada tarde de la Bombonera.

Como nos tiene acostumbrados no sólo jugó, sino hizo eso que tanto le gusta la gente de Boca: puso todo lo que tenía que poner. Dejó la vida en cada pelota, las buscó todas.

Su tarde soñada arrancó a los 13, cuando aprovechó una avivada de Juan Román Riquelme para poner las cosas 1-0. El diez ejecutó el tiro libre rasante cuando todos esperaban el balón aéreo y apareció el Pitbull, para morder a las gallinas (aunque después también lo mordieron).

Su su garra contagió a la gente, que rápidamente comenzó a corear el “chileeeeeenooo, chileeeeeeeeeenooo”. Y su ambición hizo que apareciera libre por el medio, donde nadie lo esperaba, tras una gran jugada de Monzón y definiera como los grandes y poniendo las cosas 2-0 ni bien comenzado el segundo tiempo.

Alfio Basile anticipó que se convertiría en ídolo y sin dudas que si sigue así va por ese camino. Porque es de esos jugadores que aparece cuando tiene que aparecer y entiende cómo se debe jugar con la camiseta más grande de Argentina. También Marcelo Bielsa alguna vez advirtió: “Es jugador para Boca”.

El único defecto es que de vez en cuando se le sale la cadena y entra en un terreno poco conveniente. Se hizo echar tontamente porque se dejó llevar por el nerviosismo del rival. De todas maneras, eso no fue impedimento para que se vaya aplaudido de la cancha.

Los diarios de su país también se hacen eco de su gran labor. La Tercera titula: “Medel fue héroe y figura en triunfo de Boca en Superclásico”. No es para menos: por primera vez un chileno marca dos tantos en el clásico más grande del mundo. Y lo hizo para el más grande, eso lo hace aún más valioso.

LOS GOLES DE GARY

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