A lo largo de su historia, una gran cantidad de jugadores se formaron en las divisiones inferiores de Boca. Puntualizando en este aspecto, Óscar Trejo lleva un gran recuerdo de esta enorme institución, al haberse formado en la cantera Xeneize y su gran actualidad hoy lo sitúa en España

Luego de sus inicios en el club de la Ribera, tomó una dura decisión con tan solo 17 años y decidió emigrar a Mallorca a comienzos de 2007. A partir de allí, pasó por otros clubes como Sporting Gijón, Elche y Toulouse. Con más de 500 partidos disputados en su carrera, ya lleva anotados 74 goles, 40 de ellos con su institución actual.

A unas semanas de cumplir sus 35 años, el futbolista viste la camiseta del Rayo Vallecano y está a un paso de asegurarse la permanencia en la máxima categoría. Con algunas fechas por disputar, otro de los objetivos que podría cumplir para la temporada actual es la clasificación a una copa internacional.  

Con todos estos sucesos en el conjunto madrileño, el santiagueño no pierde la ilusión de retornar al club de sus amores. En una entrevista con Planeta Boca Juniors, no solo recordó sus inicios en el club, sino que también fue consultado sobre un hipotético regreso y el jugador no ocultó sus ganas de jugar en el club de la Ribera.

Para mí sería un sueño, siempre lo dije. Acá estamos felices y cómodos, pero si me llaman es una de las cosas que nunca dudaría. Soy hincha y lo siento mucho por todo lo que pasamos, por todo lo que significa para mí. Uno también es consciente que es grande. El club tiene muy buenas inferiores y jugadores, y a la distancia siempre quiero lo mejor para el club”, soltó Trejo. 

Además, la figura del cuadro blanquirrojo analizó la actualidad de Boca: “Se que Ibarra no está. Tengo la cercanía con Advíncula, lo tuve como compañero y vamos hablando. No empezaron bien y están a varios puntos de River, pero Boca siempre es Boca. Estas malas rachas pasan ganando partidos y cuando se engancha, es difícil moverlo, siempre pelean los torneos“.

MÁS DECLARACIONES DE TREJO SOBRE BOCA 

“Boca me tocó cuando estaba entrenando en Primera y en Reserva, y ver a mis ídolos que estaban ahí. Todo lo que movía, la gente que esperaba para sacarse una foto o tener un autógrafo. Nosotros que cruzábamos de la pensión para Casa Amarilla, éramos testigos de esto y siempre jodiamos con Éver (Banega), Nico Gaitán, con Forlin. Decíamos ‘mira si algún día nos toca a nosotros’. Lo bueno que tenía Casa Amarilla es que salías de la pensión y veías a La Bombonera. Era la fuente de inspiración y de motivación. Soñábamos con jugar ahí”. 

“Mi familia estaba chocha porque al final y al cabo, el hecho de que vaya para allá era la excusa perfecta para poder conocer La Bombonera. Me acuerdo de que hicimos el tour. Para nosotros, de Santiago era tan lejano verlo. Lo veíamos cuando estaba el Sapo Marchant, el Negro Moreno o el pelado Perez, que vivía a cuatro cuadras de casa, iba y nos compraba pizza. Hablamos con él y nos contaba. Quedábamos con la boca abierta. Sobre todo, el norte argentino es muy bostero y es el mejor club del mundo”.

La mayor alegría fue el debut en la Reserva, porque es el cambio que me hizo ver lo profesional que es. Vivía en la pensión y estaba Donnet, Escalada, Boselli, Silvestre. Me acuerdo que iba a comer con ellos, no tenía ni hambre. Después me quedo con el debut en Primera”. 

“Me acuerdo de que jugaba de titular. En Reserva, los últimos 20 minutos se llena la cancha y no quería que me saquen, quería jugar en La Bombonera con ese ambiente de Primera. Por suerte pude vivir eso, la gente gritaba, cantaba, iban poniendo las banderas, era una locura de preparación para ver a la Primera”. 

“Siempre nos trataban muy bien. Una vez me tocó concentrar con Ibarra por la Recopa en Brasil. Estábamos con Nico Bertolo, éramos 20 jugadores y quedamos afuera. El Negro me preguntaba si tomaba mate. No había tomado en mi vida, me daba mate y estaba asqueado. Después iba al baño y escupía. Íbamos al fisio, al masajista, tenía 17 años. Me moría de vergüenza, pero no quería quedar mal. Verlo a ellos y que te traten como uno más, fue increíble”.