En esta sección les presentaremos una serie de escritos que reflejan la pasión por Boca Juniors. En esta entrega, la gira de 1925.

Se cumplen 200 años del izamiento, por primera vez, de nuestra Bandera en Rosario. Esto me obliga a escribir sobre la gira de 1925, un icono de de la historia azul y amarilla. El comienzo no lo entenderán del todo, pero es necesario para poder llegar a la idea que quiero compartir. Para ello haré alusión a datos que aparecen en el libro del Xentenario y en Boquita de Martín Caparrós.

1. Hace un tiempo estuve en Uruguay. Allí, fui un estandarte de los colores que nos identifican. No sólo el celeste y blanco. Estuvimos tres días y en cuatro usé cosas de Boca. Fue un orgullo que gente de tantos países se me acercara y me preguntara por Boca. En una de las noches y en una discusión de fútbol, uno de River –cuándo no- me dijo: “Callate vos, si son todos bolivianos y paraguayos”. Mi respuesta fue tajante: “Primero, no me ofende que me digas eso. Segundo, lo poco que conozco de esos países, me daría orgullo ser boliviano o paraguayo. Tercero, después de todas las personas que vinieron a hablarme de Boca, te quedas corto. Me deberías decir boliviano, paraguayo, peruano, uruguayo, brasilero, colombiano y demás. Por eso inconscientemente vos me querés decir que Boca es el más grande de América”. Esto alejado al análisis del chip de derecha que tienen varios argentinos, pero eso es otro debate…

2. Hay un antes y un después en la historia de Boca luego de 1925. El 27 de febrero de ese año, Boca Juniors desembarcaba en tierras europeas. Pero no fue tan fácil, sino que todo empezó con una invitación dos años antes, que se negó y tardó para dársele el visto bueno.

La invitación era por el nivel que había alcanzado el fútbol en estos lados en esos años. Tanto que había que enviar a un equipo que emulara a Uruguay que ganó las Olimpiadas de París de 1924. El Gráfico comentaba: “A Boca Juniors pareciera corresponderle de hecho la honrosa misión de demostrar en Europa el grado de adelanto alcanzado por nuestro football”. Adelanto que no se veía en todas las líneas y por eso se buscaron refuerzos. Manuel Seoane y Cesáreo Onzari, el iniciador de los goles olímpicos, fueron con el equipo.

Es por eso que el 4 de febrero todos se agolparon en la Dársena Sur para despedir a los Xeneizes que iban a llevar la Bandera Nacional por tierras que no todos conocían. Como escribe Caparrós: “Era un equipo argentino el que partía, mejor: era el primer equipo argentino que salía ‘a conquistar Europa con su fútbol’. Para eso llevaban, entre otros estandartes, una gran bandera nacional: la habían regalado los señoritos del Jockey Club, que también querían sumarse a la gesta.”

Los datos que deben saberse, pero que se pueden profundizar más adelante hablan de 19 partidos jugados, ganando 15, perdiendo 3 y empatando uno. Arrancó con Celta de Vigo ganándole 3 a 1 y terminó contra un combinado de Francia al que goleó por 4 a 2. Vale saber que terminó en junio y que en julio cuando volvieron los jugadores todo era una revolución. En el barco de vuelta viajaba Einstein y pensaba que lo habían ido a recibir a él esas multitudes. De allí Boca pasó de ser el equipo de barrio y fue el más grande de Argentina. De esa Argentina que veía como esos muchachos flameaban la bandera del país desde el primer día que llegaron a Europa. Que fue el mismo día que en 1812 lo hiciera Belgrano a orillas del Paraná.

Desde ese día Boca fue el más grande de Argentina. Desde ese día y por tantos anteriores, las leyendas comenzaron a hacerse realidad. Victoriano Caffarena fue el iniciador del Jugador Nº 12, la popularidad que fue siempre la característica de ese Club que volvió como se fue: con la celeste y blanca en lo alto.

3. Hay un antes y un después en la historia de la Bandera, en lo que a fútbol se refiere. El fútbol que fue una de las cosas más nuestras desde el vamos y que desde ese día fue de exportación. El fútbol que se asocia a la Argentina y con esos colores celestes y blancos que vieron la gloria más de una vez gracias a Boca.

Pasado, presente y futuro. Desagravios que quieren ser discriminando a los hermanos de otros países, Fue en 1925, fue más adelante en el 78 con presagios adversos en Alemania cuando se ganó la primera Intercontinental, las veces que se fue a Japón, los kilómetros y kilómetros de recorrido por América, las giras con Maradona de por medio, las copas donde actúan los pibes, las peñas que se han armado en otros países, etcétera.

Que quede bien claro, el himno de 1928 que sostenía con mucho orgullo: “Tu bandera azul y oro en Europa tremoló, como enseña vencedora donde quiera que luchó”, nunca pasó de moda. Hoy a 200 años de nuestro mayor símbolo patrio, es un homenaje a esos héroes que acompañaron a Belgrano y a los del ’25. Que izaron la bandera en tiempos diferentes, en circunstancias nada parecidas, pero con el mismo amor. Bandera que siempre fue y será defendida con honor y de la mejor forma en el mundo, cuando una pelota esté rodando, por Boca. ¿Quien más?