El entrenador no se olvida del 1-6 ante San Martín de San Juan, pero sabe que hay que dejarlo atrás: “no hay tiempo para replantearse tantas preguntas”.

En México, Boca va por el primer puesto del Grupo 1 de la Copa Libertadores, ante Toluca. Si bien esta noche habrá un partido importante para el Xeneize, Bianchi aún piensa en lo ocurrido en San Juan. Sabe que los compromisos siguen, pero no puede dejarlo atrás.

“Cuando uno juega cada tres días tiene que dar vuelta la pagina rápido; pero la herida sigue abierta”.

“Lo que pasa es que no hay descanso. Terminaremos con Toluca y ya pensaremos en Belgrano. Y después en el cruce de octavos de final. No hay tiempo para replantearse tantas preguntas”.

Pero el “Virrey” entiende que esto fue consecuencia de una doble competencia totalmente difícil para el plantel. Así se lo dijo a Clarín:

“Lo dije la primera vez que jugué la Copa Libertadores. Jugar los dos torneos en la Argentina es imposible. Las fechas no dan. Uno juega la Copa en cuatro meses cuando en Europa se juega la Liga de Campeones durante nueve con distancias más cortas”.

Por último, restó importancia a su figura para con los jugadores. Expresó que no siente que aporte un plus al equipo.

“Yo no la saco ni la meto. No soy arquero ni delantero. La verdad la tienen los jugadores”.