El volante afirmó que realizará todos los tratamientos necesarios para regresar a las canchas. “No bajaré los brazos, no quiero que esta lesión me gane”, agregó.

Sebastián Battaglia dialogó con el programa radial “Somos Boca” (AM 750) y se refirió, entre otras cosas, a la evolución de su lesión, al presente del equipo y al rendimiento de Leandro Somoza, su reemplazante.

Respecto de la lesión en el tobillo derecho, el “León” explicó una y otra vez que hará todo lo posible para dejarla atrás y volver a ocupar su lugar en el mediocampo:

“Todavía sigo peleando con esta lesión para ver si definitivamente me deja tranquilo y puedo estar sin problemas. Es difícil, sin ninguna duda, pero no bajaré los brazos y seguiré mirando para adelante, siempre esperando superar todo como lo hice siempre”.

“Tenés días buenos y días malos, pero siempre hay cosas por hacer y tratamientos nuevos para probar. Estamos buscando todas las opciones posibles”.

Remarcó la importancia del afecto que recibe día a día por parte de su familia, el plantel y los hinchas:

“Cuando camino por la calle la gente todo el tiempo me pregunta cómo estoy y me hace sentir su cariño. Sigo peleándola para volver a jugar y darles más alegrías a los hinchas”.

“Todos te ayudan y te quieren ver adentro de la cancha otra vez, así que eso hace que yo siga en la lucha por volver a jugar y disfrutar lo que es un partido de fútbol, que es lo que más me gusta e hice toda mi vida. No quiero que esto me gane”.

Además, analizó el rendimiento del conjunto Xeneize:

“Se lo ha cuestionado bastante, pero Boca sigue demostrando lo que es como equipo. El otro día hizo un gran partido y le ganó a Estudiantes, que es de los mejores de Argentina. Supo como plantarse en la cancha y superarlo sin pasar sobresaltos.

“Este plantel sigue dando muestras de que sigue estando ahí arriba. Todos queremos jugar bien y ganar, pero el fútbol también es defender bien y cuando tenés la posibilidad de hacer goles, convertirlos. Creo que eso Boca lo ha hecho muy bien en este año y medio que se lleva de esta nueva etapa”.

Con respecto a este semestre agitado, se ilusionó con la posibilidad de volver a jugar la final del máximo torneo continental:

“Está la Copa Libertadores que sabemos que para todos es algo especial. Sería muy lindo que Boca llegue a la final y pueda jugarla y ni que hablar de ganarla, pero hay que estar tranquilos e ir paso a paso. Hay muchos partidos por delante, tres torneos en los que Boca está en pie y ojalá se llegue hasta el final en todos. Hay plantel como para hacerlo, los jugadores que entran responden muy bien”.

Le dedicó un párrafo aparte a Leandro Somoza, quien ocupa su lugar en la mitad de la cancha:

“Leo (Somoza) está haciendo un gran torneo. Él es un gran jugador, es una competencia muy buena. Esta clase de jugadores hace que el plantel sea más rico y tenga más jerarquía. Obviamente que yo me quiero poner bien para ayudar al grupo y estar ahí presente”.

Se tomó su tiempo para repasar su enorme trayectoria en el club. Destacó a Carlos Bianchi como el mejor entrenador que tuvo y catalogó a la final de la Copa Libertadores 2003, ante Santos, como un partido que no olvidará jamás:

“Bianchi es el técnico que más me marcó en mi carrera porque es el que confió en mí en partidos en los que nunca me imaginé que podía estar, como en las finales de la Copa Libertadores y en la Copa Intercontinental. Para mí fue muy importante y me hizo crecer muchísimo”.

“La final con Santos en Brasil me quedó grabada porque fue un partido muy bueno para mí en lo personal. Ese día jugué de doble cinco por izquierda, junto con Alfredo Cascini”.

Sobre el cierre, expresó lo que le genera formar parte de estos 107 años gloriosos de la institución de la Ribera:

“Es un orgullo enorme pertenecer a la historia de un club como Boca, que es uno de los más grandes del mundo. Me siento muy conforme con lo que se ha logrado en este tiempo. Esperemos que esto siga creciendo”.