El equipo no explotó todo su potencial y espera comenzar de la mejor manera el 2014, apostando todo a la Liga.

Si bien la Liga Argentina aún está a medio camino, ya se cerraron varias competencias y el balance general arroja una irregularidad que el Xeneize no ha podido saldar, a pesar del buen nivel mostrado en ciertos pasajes. Hay equipo para resolver las adversidades, y sobre todo ganas para sacar este presente adelante. El 2014 tiene para ofrecer la fase más linda de la Liga y el sueño de un equipo que busca el título más importante del vóley nacional. Acompañanos a repasar este año de puro vóley azul y oro.

El Metropolitano no esperado

Es sabido el peso del equipo Xeneize en este certamen. Sin embargo, a causa de la participación de muchas de sus estrellas en las selecciones nacionales de mayores y menores (Nicolás Bruno, Facundo Santucci y Maximiliano Gauna, sumadas a algunas citaciones de Maximiliano Chirivino, y la participación en las Selecciones Menores de Gustavo Vaca Álvarez, Agustín Ramonda y Luciano Zornetta), todo el desarrollo fue complicado para el equipo dirigido por Marcelo Gigante, quien tampoco estuvo todo el proceso debido a sus compromisos como entrenador de la Selección de Vóley de Colombia.

Con muchos juveniles y altibajos de nivel, el equipo se clasificó a los playoff en la sexta posición con el objetivo de eliminar a un fuerte Tortuguitas. La serie de cuartos de final empezó 0-1, pero Boca hizo un gran partido para forzar el tercer encuentro de la definición.

No obstante, por primera vez en seis años el conjunto boquense no llegó a la final del certamen tras caer por 3-1. A pesar de no haber alcanzado su mejor nivel, la eliminación no dejó de ser sorpresiva por el potencial y la historia del equipo.

El comienzo de la aventura liguera

Tras cerrar su paso por el Metropolitano, Boca comenzó a gestar el equipo que defendería la camiseta en el máximo nivel del vóley nacional en la temporada 2013/2014. Tras un éxodo de jugadores, el Xeneize tuvo que moverse astutamente en el mercado para completar sus filas. Así, se cerró la continuidad de Chirivino, la de Miguel García (flamante capitán de la nueva tripulación) y la de Agustín Ramonda, que se sumaron a las incorporaciones de Guillermo Lovato, Adrián González, Andrés Ribone -continuó del Metropolitano-,  y la vuelta de Ignacio Verdi junto a Luciano Zornetta, ambos cedidos la temporada anterior para adquirir experiencia.

Así comenzaron los primeros entrenamientos de Boca allá por agosto, con la presentación oficial de una de las incorporaciones más resonantes, la del central Sebastián Creus de gran paso por la A1 italiana, junto a la llegada del opuesto brasilero Renato Adornelas Da Silva y el central ex Gigantes del Sur, Pablo Guzmán (foto).

El equipo se iba a completar más adelante, con la llegada forzada de Carlos Mosquera, un joven central colombiano que vino a cubrir el puesto de Rodrigo Palumbo, jugador de la cantera con una lesión que lo dejaría fuera varios meses.

Temporada 2013/2014

Boca debutó contra UPCN por la Copa Master, competencia que reúne a los 4 mejores equipos de la temporada anterior. Sobrepasado por un rival que se encuentra un escalón por encima de los demás, el Xeneize fue eliminado tras caer por 3-1 con el multicampeón continental que se preparaba para disputar el Mundial de Clubes.

El siguiente desafío fue la Copa ACLAV, donde todos los equipos se verían las caras por primera vez. El Xeneize tuvo un comienzo alentador, con buenas victorias y remontadas con un toque épico que daban que hablar. Sin embargo, sobre el final volvió a verse el andar dispar e irregular que llevó al equipo a tropezar y quedar a la espera de resultados para clasificar al Final Six. Finalmente, las cosas no fueron como Boca esperaba y quedó fuera estrepitosamente del torneo cuando tenía casi resuelta su clasificación. El capitán  del equipo (foto) fue claro: “No hay tiempo para excusas ni lamentos, de esto se sale trabajando”
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 El sueño de Liga

Boca llegó al compromiso más importante de la temporada con momentos de muy buen vóley y otros en que mostraba carencias. Tras un andar irregular y una salida inesperada de la Copa ACLAV, el Xeneize irrumpió con su sueño a una Liga Nacional con menos brillo y glamour que la pasada, pero más adaptado a la realidad del deporte en el ámbito local.

De esa manera se dio un debut con victoria frente a Obras, y luego un par de derrotas que volvían a mostrar la doble cara del equipo. Con esa inestabilidad reinando su andar, el conjunto boquense cosechó 2 victorias y 5 derrotas en 4 weekends que comprender casi la mitad de la fase regular de la competencia.

El año finalizó con un gusto amargo tras un 3-2 frente a Bolívar (que comenzó siendo 2-0 para Boca) y las vacaciones para el plantel hasta el 2 de enero. Con ese resultado, se cierra un 2013 cargado de complejidades para el equipo: problemas con los pases que impidieron que algunas de las figuras pudieran jugar varias fechas, lesiones que desarmaron la formación titular, incorporaciones sobre la marcha y jugadores que entraron a la cancha sin estar al 100% físicamente porque no quedaban otras chances ante las adversidades. A pesar de todo, mostró algo de lo que puede dar y el plantel confía en que este 2014 permitirá explotar todas las capacidades de un equipo que casi nunca pudo estar al máximo de sus posibilidades.

Este presente se da en un contexto donde la mayoría de los clubes sufren la misma irregularidad, salvo UPCN que mantiene el invicto en lo que va de la temporada con sólo dos sets en contra. Así, hoy el Xeneize está en la 8° posición con 8 puntos y pretende rearmarse para buscar lo mejor de sí en los próximos partidos.

Al respecto, el entrenador Marcelo Gigante (foto) sostuvo: “Quedó demostrado que el equipo puede dar mucho más. En cuanto encontremos la regularidad, la cosa va a cambiar y estaremos a la altura de las circunstancias”.

Crédito fotos: www.voleyazulyoro.com.ar