Ambos exjugadores, hoy entrenadores de LA Galaxy, hablaron del primer título conseguido por Bianchi. Esto dijeron.

Un día como hoy, pero en el año 2000, Boca se consagraba campeón de América por tercera vez en su historia. Tras igualar en dos ocasiones frente a Palmeiras, llevó la definición a los penales y Óscar Córdoba mostró un desempeño espectacular. 4-2 y a festejar en el Morumbí.

20 años después, algunos exjugadores recordaron lo vivido durante la competencia. Y en diálogo con Olé, desde Estados Unidos, Guillermo y Gustavo Barros Schelotto no fueron la excepción. El 7 bravo disputó los seis partidos de la fase de grupos, se ausentó en octavos por lesión y reapareció sobre el final. Jugó nueve encuentros y marcó un gol.

“Esa Copa fue muy importante porque significó coronar el arranque del ciclo Bianchi con un título que el club deseaba hacía tiempo y que hacía mucho no conseguía. Significó el inicio de otra historia exitosa a nivel internacional”.

Por otro lado, su hermano no tuvo tanta participación pero sí fue clave durante el certamen. Apareció en octavos, convirtió un gol ante El Nacional de Ecuador y no volvió a salir del equipo. Tuvo seis apariciones y un tanto convertido.

El equipo fue de menor a mayor, guiado por un conductor claro como era Carlos. Fue muy justo que hayamos sido los campeones. Superamos a rivales bravos, aunque sabíamos que el más difícil iba a ser Palmeiras, que era el campeón vigente. Los dos teníamos muy buenos jugadores, de muchísimo talento, y por eso se dio una final tan pareja”.