El ídolo y capitán recordó cómo se vivió la caída en Brasil. Además analizó su papel de líder.

Carlos Tevez habló de todo luego de conseguir otro título local con Boca y regresar a los entrenamientos pensando en lo que se viene. Más allá de la forma en la que terminó el campeonato, la dura caída por la Copa Libertadores en semifinales se mantiene presente.

Me golpeó mucho la derrota vs. Santos, como jugador y como hincha. Me siento responsable de no poder sacar lo mejor de mis compañeros en ese momento. La frustración para mí es doble pero había que ponerse de pie rápido porque teníamos otra final y no podíamos perderla. Sabíamos que no podíamos jugar como contra Inter, que no íbamos a ganar la Libertadores así. Y vs. Santos jugamos igual o peor. Salimos al segundo tiempo confiados, sabemos que un gol siempre metemos a pesar de no jugar bien. El 2-0 de Santos, después de perder la pelota… Nos dio un piñón. No nos pudimos levantar, personalmente me pasó eso”.

Al mismo tiempo, el Apache se refirió a cómo se vivió la eliminación puertas adentro y qué ocurrió en aquel vestuario.

No hacia falta levantar la voz, putearse o agarrarse a las piñas. Sabíamos que algo se había roto en el grupo porque no nos podíamos mirar a la cara o no se hizo lo que se tenía que hacer. Fue por la forma en la que se jugó. Nosotros, mirándonos a la cara, nos juramos no estar más a ese nivel tan bajo. Nos ha pasado contra Inter también. Teníamos que parcharlo para salir el domingo y ganar. Yo tenía que estar frío, llorar cuando uno está solo y que no se crucen los sentimientos con lo de mi papá porque iba a ser peor. Trataba de buscar lo positivo a algo tan negativo como fue quedar afuera”.

Por último, en relación a su rol como líder, Carlitos explicó cómo se maneja con sus compañeros a la hora de intentar mejorar sus rendimientos.

“Hoy es difícil ser líder, tenés que estar en el más mínimo detalle. Conocer a tus compañeros, capaz a alguno le gritás y se va más para abajo y otro, al revés. Tenés que saber a quién le hace bien cada cosa, es mucho más complicado que antes. Ahí te retaban y te despertabas. O te despertabas o te cagaban a piñas”.