La expulsión de Somoza de anoche y la de Clemente del domingo, merecen un llamado de atención. Boca no puede dar esa ventaja ante ningún equipo.

Tanto en el campeonato local como en la Copa Libertadores, los partidos son cada vez más parejos y se definen en detalles. No se gana en la previa ni con la camiseta, sino en el campo de juego.

De más está decir lo complicado que se hace jugar con un hombre de menos. Si bien hay veces que el equipo puede capitalizar favorablemente la expulsión y sacar fuerzas para suplir esa ausencia, tal como ocurrió ayer, la realidad es que se hace cuesta arriba para cualquiera.

La roja que recibió Leandro Somoza era totalmente evitable. Ya amonestado por una infracción a Iván Marcone, el volante salió a cortar un avance de Carlos Carbonero en mitad de cancha y sobre la raya. El ex Vélez le pisó el pie izquierdo al colombiano, quien luego exageró la acción, y vio la segunda amarilla. Y apenas iban 37 minutos del primer tiempo…

Situación similar se había vivido el domingo ante Lanús. A los 18 minutos del complemento, Clemente Rodríguez le protestó sostenidamente a Sergio Pezzotta por un lateral que había cobrado para el elenco “Granate”. A pesar de recibir la amarilla, el lateral Xeneize continuó gesticulando a la distancia, acción que motivó al hombre de negro a expulsarlo por doble amonestación. ¿Qué necesidad había si el fallo ya estaba determinado? ¿No le bastó con la primera advertencia?

Más allá de las decisiones de los árbitros, que pueden ser acertadas o no, los futbolistas deben ser conscientes de lo perjudicial que son este tipo de actitudes para el resto del equipo. El hecho de que Boca no haya perdido ninguno de los dos partidos y que luego de ambas expulsiones no le hayan convertido goles, no debería hacer que estos hechos pasen de largo.

Teniendo en cuenta que se vienen compromisos importantes por el Torneo Clausura y que el conjunto Xeneize está a un paso de los octavos de final de la Copa Libertadores, no puede darse el lujo de jugar con un hombre de menos porque ante rivales de categoría esto puede ser letal.

Ya fueron dos las advertencias. Ojalá que Clemente y Somoza lo tengan en claro, tal como el resto de los futbolistas del plantel. Que no se repita.