Boca le ganó a San Lorenzo 2-0 con goles de Matías Giménez y Martín Palermo, ambos asistidos por Riquelme. Como de costumbre, hubo abrazo entre los ídolos.

El partido fue pobre, pero lo poco que ofreció frente a los arcos en la primera parte fue propuesto por Boca, que se encontró muy pronto en ventaja y eso lo ayudó a ganar en tranquilidad.

Sobre los dos minutos, Juan Román Riquelme ejecutó un tiro de esquina, Matías Giménez cabeceó, la colocó lejos del alcance de Pablo Migliore y marcó el 1-0.

A ambos conjuntos les costó hilvanar jugadas de ataque, pero el Xeneize fue más prolijo y trató de no rifar la pelota. San Lorenzo fue muy inofensivo y la última línea no pasó sobresaltos.

La otra ocasión clara fue en los pies de Cristian Chávez. Tras una buena jugada colectiva, el Pochi quedó frente a frente con el arquero, que puso su pierna y la despejó.

El segundo tiempo se planteó diferente. A Boca no se le hicieron las cosas tan sencillas porque San Lorenzo tomó una posición más ofensiva con el ingreso de Juan Carlos Menseguez y el Xeneize tuvo pocas ocasiones.

Como de costumbre, el que se puso el equipo al hombro y quien generó todas las maniobras ofensivas boquenses se llamó Riquelme, que a los 23 minutos vio libre a Martín Palermo, que hasta entonces no había tenido participación. El Titán no perdonó, marcó el 221 y lo fue a festejar con su gran socio en la cancha, Román.

Luego del segundo gol el conjunto azulgrana se desdibujó nuevamente y el cuadro de la Ribera no volvió a sufrir. Sobre el final, Riquelme tuvo su posibilidad de tiro libre, pero Pablo Migliore la despejó.

De esta manera, en casa, Boca continúa su buena marcha con Roberto Pompei como DT: Dos jugados, dos ganados, con seis goles a favor y ninguno en contra. Algo de alegría entre tantos disgustos.