Pavón y el valor de la palabra.

El valor de la palabra: Pavón quiere la gloria en Boca. Un análisis de su renovación.

Sondeos, rumores, ofertas, intereses, millones y demás cosas que tentarían a la mayoría de los jugadores de fútbol. La posibilidad de disputar un Mundial, codearse con el mejor del mundo, vestir la camiseta de su país con tan corta edad. Nada de todo esto mareó a Cristian Pavón, el chico de Córdoba que antes de irse de Boca quiere dejarle algo al club.

Las críticas (no constructivas) forman parte del pasado y los que aseguraban que tenía un “balde en la cabeza” ya no aparecen. Kichan demostró que el trabajo en silencio hace ruido y se convirtió en un baluarte clave para el equipo de Guillermo Barros Schelotto. Por eso se queda.

Sus buenas actuaciones en Rusia hicieron sonar las alarmas en Boca, que decidió reforzar el blindaje: mejora del contrato y una cláusula de rescisión cercana a los 50 millones de dólares. Por supuesto, con absoluto consentimiento del delantero, que sueña con alzar la Libertadores.

“Dije que me quería quedar a jugar la Copa y así va a ser”, manifestó el Gordo -como lo apoda el plantel- antes de sumarse a la pretemporada en Estados Unidos. Pavón no se marea, no quema etapas de golpe y en su balanza pesa más lo deportivo que el salto al fútbol europeo. No debería asombrar pero, en tiempos donde todos quieren asegurar su futuro económico, la postura del 7 es digna de admirar.

Ahora sólo resta esperar que el Xeneize ponga primera en el segundo semestre para disfrutar del talento de Pavón.